Si bien las vacaciones de invierno hubiesen sido la circunstancia ideal, por la ausencia de legisladores y empleados, la Legislatura porteña no pudo ser desratizada durante la última quincena de julio. En consecuencia, este viernes 8 de agosto, el parlamento porteño cerrará las puertas para que se pueda trabajar en la erradicación de la invasión de ratas que padece.
La cantidad de ratas es tal que incluso peligró la sesión de este jueves, pero finalmente se optó por dar asueto el viernes para esparcir el potente veneno durante todo el fin de semana.
“Es un horror: en el baño de mujeres del tercer piso salió una por la rejilla”, aseguró una empleada de la Legislatura.
Los despachos que se vieron más afectados por la penetración de las ratas fueron los del segundo y cuarto piso, aunque el principal foco está en el subsuelo, en donde los empleados de la Legislatura contabilizaron unos veinte nidos de donde surgieron un millar de ratas.
Empleados del Palacio explicaron que el principal motivo de la invasión se debió a las obras que se estuvieron realizando en las calles Moreno, Balcarce, Hipólito Yrigoyen y Alsina.