Emplazada en el corazón de la calle Corrientes, la tradicional librería Adan Buenosayres sonó fuerte semanas atrás y movilizó a miles tras informar su cierre a causa del ajuste y de la crisis que atraviesa el país. Pero sus trabajadores, e incluso su dueño, no bajan los brazos y se resisten a cerrar las persianas: seguirá funcionando como cooperativa, prometen.
“Armaremos un proyecto de cooperativa de trabajo, yo paso a ser uno de los integrantes, en vez de seguir siendo el jefe”, explicó David De Vita, quien, justamente, a principios de mes, había comunicado en su cuenta de Facebook que en julio cerraría la librería y que necesitaba ayuda de sus conocidos “para indemnizar” a sus empleados. Por ese motivo, organizó una gran liquidación de libros a precios muy bajos. La noticia logró que miles de personas se acerquen al local y hasta formen filas de una cuadra y media para poder comprar y colaborar con esta emblemática librería. “Es alucinante, tuve que cerrar la persiana porque no entraba más gente y se armó una cola de una cuadra”, explicó su dueño.
“Transferiré el patrimonio de la empresa a la cooperativa, lo decidimos debido a la acción de masas que se produjo alrededor de la librería y porque me siento cómodo con esa forma de trabajo”, argumentó el librero.
David De Vita, que tiempo atrás recordaba su metáfora de los libros con las papas en Irlanda, está ilusionado con este proyecto a pesar de que reconoce que es un momento “duro” para las cooperativas de trabajo pero considera que “cerrarla hoy sería abandonar el campo de batalla en un tiempo victorioso”, en referencia a la publicidad que recibieron de la mayoría de los medios de comunicación.
También señaló que lograron un “acuerdo con el propietario del local” para no pagar alquiler durante el primer tiempo. “Hasta Jorge Telerman se acercó para expresarnos su solidaridad y pensar en conjunto un proyecto para festejar este Día de la Independencia”, concluyó el librero.