La empresa petrolera YPF confirmó este jueves un nuevo aumento en el precio de la nafta del 5% promedio para todo el país, correspondiente a la actualización de los valores del 15% que se inició en marzo.
El aumento comenzará a regir a partir de la madrugada del sábado. En marzo, la compañía indicó que subirán los valores en surtidor un 18% promedio país en tres tramos, de los cuales ya se incrementaron dos veces, por un total de 13,4%. Por lo tanto, la siguiente alza sería de alrededor 4%, pero también se espera que haya una nueva actualización del impuesto a los combustibles.
YPF ya subió un 40% los precios entre agosto de 2020 y febrero último. Pero las subas no se detuvieron.
El presidente de YPF, Pablo González, explicó: “Tenemos que equilibrar el precio del surtidor que paga la gente, que tiene un componente bastante complejo de determinar, con el plan de inversiones que la Argentina necesita en materia de producción de gas y petróleo”.
González señaló que, si la empresa traslada al valor del surtidor el precio internacional del barril de petróleo, que ayer cerró en US$69, el litro de nafta costaría $130, mucho mayor a los actuales $85,7, que vale en la Ciudad de Buenos Aires.
“Queremos darle previsibilidad al sector. Por eso le pedimos a la gente un esfuerzo, pero garantizando que estos aumentos son los últimos del año y que vamos a poder invertir lo que YPF necesita para producir gas y petróleo, e impedir que se importe combustible”, dijo González.
La petrolera con control estatal estableció como compromiso no aumentar los precios en el año más de lo que está proyectado de inflación en el presupuesto; es decir, un 29%. De hecho, anunció que los combustibles subirán 28,1% en todo 2021. En lo que va del año, sin embargo, los precios ya aumentaron 27,2% (muy por arriba de la inflación acumulada para el mismo periodo, de alrededor 17%).
Las subas incluyen también el alza de impuestos a los combustibles, que autorizó la Secretaría de Energía, y la actualización del valor de los biocombustibles, que impactan en el surtidor de manera directa.
Pero hay que tener en cuenta que además del efecto directo que tiene cada aumento en el precio de los combustibles sobre la inflación, también hay otro mecanismo indirecto que es que la suba del precio del gasoil impacta en los costos del autotransporte de cargas y eso a su vez se refleja en el precio final de los bienes que se consumen.
Por ejemplo, el máximo impacto en estos productos se ve en el precio de la leche por la alta incidencias del transporte que hay en toda la cadena productiva desde el campo hasta su venta final.