El principal asesor político del actual gobierno argentino, Jaime Rolando Durán Barba, aseguró este miércoles que no piensa en una Argentina “gobernada para siempre” por Cambiemos, al tiempo que valorizó el juego de la alternalidad democrática dentro del cual el presidente Mauricio Macri “necesita una oposición fuerte, bien formada”, en la que no es imprescindible que participe la ex presidenta Cristina Fernández.
El doctor en Derecho e Historia ecuatoriano dio una extensa lección sobre la nueva política, los cambios en los liderazgos y el modo de pensar y actuar de las sociedades modernas que con su voto generan en el mundo líderes con comportamientos muy diferentes a los tradicionales.
El autor de varios libros, entre ellos “La política del siglo XXI, arte, ciencia o mito” y “El arte de ganar”, expuso este miércoles ante un auditorio calificado de la política nacional, el mundo diplomático, el sindicalismo y consultores políticos su visión sobre las modificaciones sustanciales verificadas en el relacionamiento entre los políticos y la sociedad, y cómo llegaron él y su equipo de profesionales a distinguir la caída estrepitosa de las hipótesis tradicionales en las campañas electorales.
Invitado especialmente por la Fundación de Estudios Políticos, Económicos y Sociales para la Nueva Argentina (Fepesna), que preside la dirigente y embajadora Laura Velásquez, el “gurú” del PRO y de Cambiemos fue presentado e interrogado por el periodista Julio Blanck para nutrir el análisis político post eleccionario. Entre los asistentes se distinguió a los senadores Federico Pinedo, Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel Abal Medina, el diputado Eduardo Amadeo, varios sindicalistas y representantes de las embajadas de Rusia, México, Gran Bretaña, Suiza, Perú, Colombia, Chile, entre otras.
Blanck presentó a Duran Barba como un verdadero “provocador” por sus análisis y pensamientos volcados en la profusa obra literaria, y lo instaló en “el escenario posterior a la ola amarilla” que el domingo pasado se desplegó mediante el voto en todo el país, la que para el periodista de Clarín significó, entre otras cosas, la “derrota de la oposición destructiva”, aunque también señaló que “rodaron cabezas” dentro de la oposición constructiva.
A lo largo de su exposición Duran Barba puso el énfasis en señalar la experiencia inicial de buscar “lo contrario a la teoría” para explorar “todo lo que no se debía hacer” y “nada de lo correcto” en la construcción de candidaturas políticas. Reconoció que esa actitud le permitió reconocer que “algo estaba cambiando” en las nuevas generaciones y en el universo de las mujeres.
Trazó un paralelo interesante entre el hombre histórico, típicamente rudo y cazador, y el moderno actual, pues en la transformación ofrecida en el siglo XXI “el hombre se feminizó” y a ese fenómeno se sumaron las nuevas tecnologías, el cambio en la dirección del mensaje –que ya no responde a la típica categoría emisor-receptor- y la ausencia de jerarquías del poder.
Para Duran Barba “la gente no escucha ya a los líderes, se siente igual al líder, todos son emisores de mensajes” y la interpretación de las personas sobre lo que dice un líder todavía “hay que estudiarlo”.
Luego de estudiar durante varios años el poder político Duran Barba concluye que en él no solo “no hay jerarquías”, sino que “todo es urgente y fugaz y lo único que permanece es el cambio”.
Con esa visión el hombre detrás del trono de Macri vino diseñando las sucesivas campañas electorales que le concedieron al político argentino dos veces la máxima jefatura del gobierno porteño y la presidencia de la nación, modelos que ahora serán analizados en un importante seminario que se realizará en Washington, junto con la campaña realizada por la gobernadora María Eugenia Vida en la provincia de Buenos Aires. “La campaña nacional ha llamado la atención en el mundo”, aseguró Duran Barba.
Su observación sobre el liderazgo de Macri le hace decir a este experto que el presidente “es un líder que trabaja todo el tiempo contra el “síndrome de Huber”, porque es el egocentrismo el que “mata a los políticos”. Después calificó a su liderazgo de moderno y “simple”, en el que pareciera que no comunica, porque no responde al clásico discurso político, sino que “conversa con la gente”, como él aconseja.
Al analizar la marcha del actual gobierno Duran Barba la encuadra dentro del gradualismo constante, en coincidencia con Blanck, dentro de una democracia que resuelve los conflictos “civilizadamente”.
Ante una pregunta del auditorio, el asesor presidencial descreyó del resurgimiento del peronismo “como tal”, pues a su juicio pueden aparecer otras fuerzas con diferentes matices.
Finalmente, al referirse a los Derechos Humanos destacó que las dictaduras militares dejaron una huella “espantosa” en su generación pero que en las nuevas camadas de jóvenes “los derechos humanos son simplemente derechos humanos”. Posteriormente afirmó que a esta altura del siglo XXI “felizmente no hay posibilidades de represión en el mundo porque se terminó la Guerra Fría”.