Cambiemos sabe que su reelección como fuerza gobernante está cada vez más lejos, aunque octubre esté cada vez más cerca. La abismal diferencia que le sacó en las PASO del pasado domingo 11 de agosto el Frente de Todos significa que podría perder, también, fuerza dentro del Congreso de la Nación.
Es por eso que se apresura a tratar los DNU que el Gobierno emitió, pero la oposición le causa contratiempos: sólo consiguió las firmas para dictaminar dos de los diez decretos de necesidad y urgencia.
Hasta este miércoles intentará al menos despachar tres más, pero el resto quedó archivado para una nueva reunión, entre ellos dos que le interesan mucho al gobierno: el 145, que moderniza la flota pesquera; y el 465, que convoca a una licitación pública para construir un gasoducto entre Neuquén y Salliqueló.
El diputado kirchnerista Marcos Cleri, presidente de la bicameral, pidió un cuarto intermedio para tratarlos en unas semanas con invitados y, si es posible, con otro DNU esperado en el Congreso: el que congela el precio de los combustibles hasta fin de año.
Las provincias petroleras lo rechazaron porque les resta ingresos por regalías e hicieron una presentación ante la Corte Suprema. También hay alarma por el posible decreto para regular el mercado de semillas que Macri anunciaría el jueves.
Los DNU que firma el presidente rigen hasta tanto no sean rechazados por ambas Cámaras y para evitar ese golpe, Macri ya tuvo que derogar varios. Si en diciembre es reemplazado por Alberto Fernández, el Congreso podría hacer ese trabajo en tiempo récord.
Para llegar a las 9 firmas de la mayoría, Cambiemos consiguió el respaldo de la senadora salteña María Fiore de Viñuales, cercana a Juan Manuel Urtubey, pero sólo en el DNU 185, que prorroga el régimen Administrativo para la Inscripción de Nacimientos de Niños recién Nacidos y de hasta Dieciocho años de edad; y el 427, que establece avales para aumentar el presupuesto de la empresa aérea Austral.
