El ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, creó Tío Tola S.A. en febrero del corriente año con Carlos Castelli, dueño de la firma que opera las marcas de accesorios de moda para la mujer Todo Moda e Isadora, y el ex jefe del Ejército, César Milani, quienes se establecen como sus socios.
El objetivo social de la firma fue “la explotación integral de bares, restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de comida”. Fue registrada por 99 años y su capital inicial fue de 100 mil pesos.
Tras el éxito que obtuvo su local en Maschwitz, abrieron una nueva sucursal en el microcentro, donde venden un pancho (con salchicha alemana) con gaseosa por 45 pesos, e incluso tiene dos atributos a mencionar: puede abonarse con tarjeta de crédito y la comida puede ser encargada para llevar, cuyo packaging es una caja de cartón con el nombre del local impreso.
Se trata de un local de pequeñas dimensiones, con capacidad para unas 15 personas (paradas), tiene una decoración minimalista y apenas tres barras.
Cabe destacar que no hay símbolos políticos, sino más bien sólo tiene algunos afiches con promociones y una pizarra con precios.
Asimismo, Tío Tola no fue el único emprendimiento gastronómico del entorno, ya que Pablo Cerioli, ex subsecretario de Comercio Interior, formó dos compañías más dedicadas al rubro junto con Castelli: Tío Pepín S.R.L., dedicada a la “comercialización y distribución de todo tipo de productos de panificación y alimenticios”, con un capital de 100.000 mil pesos; y Rana Verde S.A., lanzada con el mismo capital inicial, y cuyo objeto es “la explotación integral de bares y restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de comida”.