Después de la polémica que suscitó hace algunos meses la parodia que realizaron padres en una escuela porteña, en la que representaron al jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y al ministro de Educación, Esteban Bullrich, una caso similar se dio en una institución de la provincia de Santa Fe. Al respecto, Bullrich señaló el acto como de “adoctrinamiento, lisa y llanamente”.
En la obra representada por niños de segundo grado se habla de las restricciones a la compra de dólares y de los cacerolazos. “Es un creciente problema del país confundir el rol de la política en la sociedad”. “Es un ejemplo perfecto de cómo una forma intolerante de pensar y hacer política se ha empezado a meter en nuestras escuelas”.
Tras afirmar que este caso “debe servir como llamado de atención”, Bullrich advirtió que “hay dos cosas sumamente graves: lo primero es lo que se llama adoctrinamiento, lisa y llanamente” y lo otro es que “se busca estigmatizar a la posición contraria (a la que sustenta la obra) como traidora a la patria y merecedora de muerte”.
Sobre este último punto, consideró “la violencia de la sátira en sí” e indicó que “no se puede justificar que la resolución del conflicto planteado avale el asesinato como un fin necesario”, en alusión a la muerte de la protagonista que reclama un cacerolazo por no poder comprar dólares.
El funcionario recordó que en los casos sucedidos en la Capital Federal, “el sistema educativo actuó de oficio y se inició un sumario contra los docentes involucrados”.
“Los adultos tienen la responsabilidad de velar por lo que ocurre en las escuelas y respetar ese espacio, más allá de los conflictos por los que podamos atrasar como sociedad”, precisó en un columna de opinión en Infobae.