Será el evento internacional más importante de la historia argentina. Los 20 líderes más importantes del mundo participarán el viernes y el sábado en la cumbre del G20 que se realizará en la Ciudad de Buenos Aires. Por eso, no debe dejarse ningún detalle librado al azar. Y en eso trabaja el presidente Mauricio macri y su equipo.
El Presidente recorrió la sede de la Cumbre del G20 y ensayó para la apertura de la reunión histórica.
El predio de la Cumbre contará con 30.000 metros cuadrados cubiertos, divididos en tres aéreas: una de líderes, con espacios para reuniones plenarias, salas para encuentros bilaterales y área de descanso. Una segunda, con una zona de sherpas-que son los máximos representantes de los jefes de estado-, que también contará con salas reuniones, auditorios y otro espacio común de descanso. En tanto, la tercera zona será el espacio destinado a la organización, donde trabajarán 1.000 personas, con oficinas para la logística.
La idea fue que practicara todo el camino que realizará el 30 cuando los mandatarios ingresen al lugar. Así repasó el lugar donde se hará el primer saludo y los pasos protocolares que se le exigen para un evento de tamaña envergadura.
También visitó el salón donde se realizarán las cuatro sesiones plenarias de líderes: la sala tiene una imponente mesa redonda para los mandatarios y en el centro un enorme logo del G20 dispuesto de manera tridimensional.
Macri probó también cómo funcionan los micrófonos y cómo se activan y desactivan, ya que el mandatario deberá comandar las sesiones: dar y retirar la palabra es una de las tareas más importantes.
En este ensayo general, Macri hasta probó el sistema de computación que le permitirá liderar la reunión. Finalmente, también visitó el lugar donde se realizará la conferencia de prensa, el 1 de diciembre, en al que supuestamente comunicará un documento final.