La decisión sobre qué hacer en este mundo globalizado, que hoy parece caminar hacia una senda de un creciente multilateralismo, es una de las cuestiones esenciales que tendrá que tomar el gobierno entrante. Habida cuenta de los sucesos que acaecen en el mundo y de lo variopinto de sus gobiernos, que han dejado bastante desdibujado el rol de los organismos internacionales, como la ONU y otros, cobran más importancia las distintas miradas – muy enfrentadas entre sí- con las que se analiza desde Argentina el presente y el futuro de las relaciones globales.
Los tres principales candidatos presidenciales tienen puntos de vista diferentes con respecto a su accionar futuro en caso de ser gobierno, por lo que trataremos de resumir lo más brevemente en estas líneas sus posiciones oficiales y lo publicado en las plataformas de sus espacios.
Luego de un esquema zigzagueante y poco feliz de la actual administración de la Argentina, siempre condicionada por malas decisiones, la falta de dólares y los pagos de la deuda, es fundamental retomar una línea de avance que ponga claro qué es lo que le conviene a la Argentina hoy y, en especial, con quién.
Javier Milei de La Libertad Avanza siempre ha apuntado a integrar profundamente a la Argentina con los Estados Unidos e Israel. Quizás el principal escollo que tenga ese objetivo planteado por el líder liberal es la poca llegada que tiene en Estados Unidos, su asociación (nula) con Trump, que encima se la endilga el actual gobierno de Joe Biden que profundiza su aislamiento, y su supuesta inserción en el judaísmo, a pesar de que las principales corporaciones de esa mística elección que hizo, como la AJC (American Jewish Committee), no saben ni quién es. No se puede ser hoy pro-EE.UU. sin hablar a favor de Taiwán y de Ucrania, algo que el liberal no ha hecho en ningún momento. Todas cosas para corregir en los cuartes de LLA.
Para Milei, la única persona autorizada para hablar de temas internacionales es la economista Diana Mondino, que lanzó una polémica declaración en un tema clave como Malvinas al hablar sobre los derechos que “como argentinos que son” deberían tener los isleños. Sin tener “equipo” para esa función, quien le proporciona contactos, enlaces y recomendaciones es el candidato a jefe de gobierno, Ramiro Marra, que por su actividad sí los tiene. La plataforma de LLA promueve “la defensa irrestricta de todas las democracias liberales del mundo y la promoción del comercio libre entre naciones para promover el bienestar general y el bienestar particular de los argentinos”. Por otro lado, afirma que “se acabó la era de la Argentina socia de las dictaduras del mundo y que a partir del primer día de nuestro gobierno le diremos al mundo que la Argentina está lista para insertarse nuevamente en el concierto de las naciones democráticas y libres”.
Una fantasía aquí en Argentina es la relación que tiene Milei con el Trumpismo en Estados Unidos, algo que no existe y que ni siquiera la entrevista con Tucker Carlson pudo cambiar. Además el regreso de Guillermo Francos no aporta nada en el plano internacional, aunque sí tenga buenas relaciones en el frente interno, porque es un hombre ligado a Eurnekián y a Massa. También afirma la plataforma “que para lograr estos objetivos promoverán la reorganización de la Cancillería Argentina con vistas a promover el comercio de Argentina con el mundo y la alineación en materia de relaciones exteriores con todas las causas democráticas del mundo. También pretende la depuración en la Cancillería de todo el personal puesto a dedo por las distintas administraciones para poder promover al personal de carrera. Asimismo, va a desalentar el uso de embajadas como destinos de ocio para políticos y a reducir el gasto superfluo, el número de unidades administrativas y redistribuir la planta de personal no diplomático”.
Desde el espacio que conduce Sergio Massa conciben a la política exterior como una herramienta clave para el desarrollo con inclusión. La defensa del interés nacional exige hoy enfocarnos en la promoción de exportaciones con valor agregado, la atracción de inversiones que modernicen el aparato productivo, el apoyo a las PYMES y la generación de trabajo genuino y de calidad para los argentinos.
Así como Mondino es la única voz autorizada de Milei en este tema, Gustavo Martínez Pandiani es la de Sergio Massa. Todo pasa por sus manos y hoy está 100% abocado a estos temas.
Martínez Pandiani propone “una política exterior pragmática que enfoque a la Cancillería Argentina en la conquista de nuevos mercados para nuestros productos y servicios. Para ello, los embajadores y cónsules deben conocer mejor cómo se produce en las pymes de los distintos conurbanos y en las fábricas del interior”.
Pero el pragmatismo diplomático que proponemos se apoya, a la vez, “en una base firme de principios y valores centrales como son la defensa de la democracia y los derechos humanos en todo el mundo, el multilateralismo, la promoción de políticas de género y diversidad, la lucha contra el cambio climático, la resolución pacífica de conflictos y, por supuesto, la irrenunciable defensa de la soberanía de las Islas Malvinas”.
Massa es un jugador muy importante en Estados Unidos y el que mejor entiende el rol clave que juegan los “lobbies” en el país del Norte, a los que recurre habitualmente. Allí la ventaja que les saca a sus competidores es sideral y logra que la administración norteamericana y muchos hombres del poder allá lo tomen como el “candidato más previsible”, algo fundamental en esta carrera. El embajador Jorge Argüello rápidamente cambió de monta y hoy es un delegado de Massa en Washington. Gustavo Cinosi, desde la OEA, completa la estructura massista en los Estados Unidos.
En términos prácticos, desde Unión por la Patria afirman “que van a impulsar una política exterior en la cual los socios comerciales no se elijan por preferencias ideológicas o gustos personales. En el mundo real, las relaciones entre naciones se manejan por intereses y valores, no por fobias o caprichos”.
Apuntándole a Milei, Massa sostiene que “mientras algunos prometen cortar vínculos con Brasil y China, en sus escritos sostienen que nosotros queremos más mercados y más socios comerciales, no menos. Vamos a exportar trabajo argentino a todos aquellos países que nos brinden oportunidades para nuestra gente. En términos de intercambio e inversiones, seremos amigos de todos y satélites de nadie”.
Pandiani asegura que “apostamos, asimismo, a consolidar y modernizar el Mercosur y la institucionalidad regional, así como a un mayor acercamiento a otros bloques como la Alianza del Pacífico, UE, EFTA y ASEAN, entre otros.
En el mismo sentido, “apoyamos el ingreso de la Argentina a los BRICS porque se trata de un bloque en el que están tres de las más grandes economías del mundo (China, India y Brasil) que, además, son nuestros principales destinos de exportación. Darles la espalda, como propone la oposición, significaría que nuestra industria automotriz y nuestras economías regionales pierdan sus mercados por excelencia. Argentina debe sentarse siempre en las mesas de negociación donde se discuten temas importantes para nuestro futuro”.
Sergio Massa señaló que “la Argentina tiene un futuro promisorio porque tiene lo que el mundo demanda: proteínas, energía, litio, cobre y recursos humanos calificados. Tenemos una gran oportunidad por delante. No podemos darnos el lujo de desperdiciarla con posiciones amateuristas basadas en miradas ideológicas. La política exterior no es buen lugar para practicar el prejuicio o la improvisación”.
Por último, Patricia Bullrich es definitivamente la más europeísta de los tres, y justamente en esta semana fue la única candidata que estuvo en la recepción con todos los embajadores europeos en nuestro país, reivindicando a libro cerrado el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. El apoyo incondicional a Ucrania es otro de los temas que distingue a la coalición de Juntos por el Cambio, aunque aún no se sabe si alterará significativamente la actual postura de no sancionar a Rusia y de no vender armas a Kiev.
Con Europa, su país predilecto es Alemania por su histórica relación con la Fundación Friedrich Naumann. Federico Pinedo (algo chapado a la antigua, con cafecitos en el Alvear cuando es tiempo de profesionales de la geopolítica actual) es quien habitualmente encabeza las rondas internacionales de Bullrich, junto al ex embajador en Londres, Carlos Sersale, el académico Alberto Föhrig -quien plantea los objetivos de extrema meticulosidad de Bullrich-, su amigo Pablo Garzonio que es su enlace aquí con las embajadas amigas y, por supuesto, respeta mucho a Ricardo López Murphy en su red liberal global.
Un tema aparte es su relación con Israel, a través de su marido Guillermo Yanco. Respecto de la India y China, aquí Bullrich difiere de Milei, ya que mantienen buenas relaciones con ambos países. En resumen, luego de una posición inicial de rechazo al BRICS, el equipo de Bullrich se encuentra trabajando contrarreloj en adaptar la postura contraria, debido a la importancia del intercambio comercial de la Argentina con Brasil, China e India.
En la región sudamericana, más allá de las excelentes bilaterales que sostiene el Pro con Luis Lacalle Pou y Santiago Peña, con el resto no colisiona mal casi con nadie, salvo con Nicolás Maduro, su enemigo continental.
Como se ve hay muchos nombres, ideas, fantasías y proyectos girando, algunos con mucho realismo y otros que todavía no mueven la aguja en los centros de poder.
Se verá, no falta nada para la elección.