A punto de cumplir dos mandatos -ocho años al frente de la Jefatura de Gobierno porteña-, Horacio Rodríguez Larreta está imposibilitado de buscar un nuevo período. La restricción, que se conoce desde el mismo momento en que el acalde consiguió su reelección, abrió una pelea inédita y caliente por su sucesión.
Quizá por primera vez desde que Mauricio Macri asumió en 2007, el PRO parece estar ante la posibilidad cierta de perder el sillón de CABA. Si bien es cierto que en el balotaje de 2015 Martín Lousteau le dio un susto inesperado al debutante Larreta, la situación previa actual es más compleja aún para el mundo amarillo.
La amenaza de Lousteau, parte II. A inicios de mayo, Lousteau confirmó públicamente su intención de pelear otra vez por la candidatura a jefe de Gobierno. Días después, en un locro por el Día de la Patria, el senador radical se mostró sonriente junto al propio Larreta dejando en claro que su candidatura cuenta con su venia, pese a que dentro de su partido cuestionen que no haya un candidato puro del PRO en la sucesión.
¿Vuelve (otro) Macri? Uno de los más inquietos es Jorge Macri, quien dejó la intendencia de Vicente López para asumir como ministro de Gobierno de la Ciudad, función desde la cual comenzó a instalar su posible candidatura porteña. En esa línea, comenzó desde hace meses a recorrer los barrios para mantener charlas con los vecinos, referidos a los problemas habituales de las comunas.
El funcionario porteño cree portar el apellido indicado para darle continuidad al legado PRO que inició en 2007 su primo Mauricio, con quien sugestivamente se fotografió el mismo día en que Larreta comía locro con Lousteau. Una de las dudas es- para el caso de que el Macri más conocido decide presentarse para presidente- si no es un exceso de apellido que Jorge aparezca también en la boleta de CABA.
Quirós, la última jugada de Larreta. Cuando parecía que el arribo de Jorge Macri contenía un acuerdo con Larreta para intentar sucederlo, el jefe de Gobierno no sólo lo incomodó con sus coqueteos con Lousteau, sino que propició, casi que impulsó, el pre-lanzamiento de su ministro más famoso: Fernán Quirós, a cargo de la Salud de la Ciudad y quizá la aparición política más grata que dejó la pandemia para el Pro. Al menos, para la opinión pública. Rápido, Jorge Macri dijo que le gustaría tenerlo como compañero de fórmula (como vice, claro).
Los cupos femeninos, con Vidal y Acuña. Dos mujeres también aparecen desde el oficialismo en la disputa porteña. Una de ellas es la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, quien durante la pasada edición de la Feria del Libro presentó su obra “El dia que ir a la escuela fue noticia”, que recorre su vida personal y política durante los años duros de la pandemia, cuando la cuarentena impuesta por el Gobierno nacional cerró escuelas y donde la Ciudad peleó por reabrirlas. El evento contó con varias presencias del Gabinete porteño y fue una suerte de lanzamiento oficial a la pelea política, con un respaldo a Larreta en su ilusión presidencial. Compañeros del PRO la ven más como posible vice. Ella, por ahora, no se baja.
El otro nombre, por lógica, es el de María Eugenia Vidal. En 2021, fue noticia por su salto del territorio bonaerense, donde fue gobernadora entre 2015 y 2019, a las calles porteñas. La maniobra fue pergeñada por el propio jefe de Gobierno, quien la puso al frente de la lista a diputados por la Ciudad de Juntos por el Cambio y la llevó a una victoria amplia ante el candidato del kirchnerismo. Aunque en alguna oportunidad manifestó su intención de ir como candidata presidencial, su lugar ganado en el plano porteño puede permitirle proyectarse a suceder a Larreta. En la intimidad, ella no se muestra muy entusiasmada, aunque repite como un mantra que hará “lo que sea mejor” para ganarle al Frente de Todos.
Santoro y Lammens, desde el oficialismo nacional. Leandro Santoro fue la última apuesta en las legislativas del año pasado, pero quedó segundo muy lejos de Vidal. A diferencia del oficialismo porteño, los K carecen de una amplia gama de dirigentes que se quieran presentar a una contienda electoral con un resultado anticipado: la derrota. De todos modos, el actual diputado, quien ya recorrió las calles durante la campaña en 2021, podría ser una de las figuras que pique en punta.
El otro, por lógica, es el último candidato del FdT a jefe de Gobierno porteño: Matías Lammens. El actual ministro de Turismo repite que le gustaría un bis. En 2019, superó los 30 puntos, colgado de una taquillera boleta Alberto-Cristina, un plus que hoy no tendría.
Libertarios vs. Izquierda. La disputa por la Jefatura porteña reeditará también una intensa pelea que se produjo en las pasadas legislativas entre dos fuerzas antagónicas: La Libertad Avanza y el Frente de Izquierda Unidad. Los libertarios fueron la gran sorpresa electoral con Javier Milei a la cabeza (quedó tercero con unos 17 puntos) y el FIT-U también sorprendió, consiguiendo una banca nacional porteña para Myriam Bregman, luego de muchos años.
Los posibles candidatos de cada fuerza serían Gabriel Solano, del Partido Obrero, y Ramiro Marra, fundador del Movimiento Antipiquetero Argentino y el dirigente con perfil más alto en el mundo Milei.
Ambos encabezaron sus respectivas listas a legisladores en 2021 y se metieron en el Parlamento porteño, donde se trenzan en ásperos debates en torno a la protesta social y a los cortes de calles. El año próximo podrían sacarse chispas, ambos como candidatos a jefe de Gobierno.