La sesión tuvo dos protagonistas excluyentes. La cuestión de Soldati y las intervenciones del vicepresidente segundo de la Legislatura, el peronista Juan Carlos Dante Gullo.
A las 12.20 del jueves, Gullo, que presidió la sesión en reemplazo de Cristian Ritondo, dio el puntapié inicial. A partir de ese momento el debate se fue calentando y las críticas al Gobierno de la Ciudad por la muerte ocurrida en el Complejo Habitacional de Soldati, fueron en aumento.
La discusión se centró en el único pedido de informes, consensuado, por el tema de Soldati. Y en la intención de que el titular del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC), Emilio Basavilbaso, fuera a la Legislatura a dar explicaciones. El propio macrismo se comprometió a que eso sucediera.
“Al no estar Ritondo no voy a permitir que esto sea un relajo. Por eso pido que se respeten los cinco minutos para hablar”, adelantó Gullo ante la sonrisa de varios.
Así, se dio inicio a los discursos de los legisladores.
El primero en hablar fue Javier Gentilini, titular de la comisión de Vivienda, que antes de hacer uso de la palabra pidió un minuto de silencio por el joven muerto en Soldati.
“Estas muertes tienen que servir para que todos los organismos del Estado reflexionen. Y para que el Gobierno de la Ciudad actúe, ya que hubo llamados de atención no escuchados. Pero esto no sólo incluye al Pro, sino a las últimas tres administraciones, que tuvieron muy poca intervención en el Complejo Habitacional”.
Una vez arrancadas las críticas, lo peor estaba por venir.
El legislador del Frente para la Victoria (FpV), Fernando Muñoz, fue más allá. “Hago responsable al titular del I)VC por lo ocurrido. En un informe del año pasado, el propio Gobierno reconoció la emergencia habitacional en Soladati. Por eso, el Presidente del IVC debe venir de inmediato a la Legislatura”.
El radical Hernán Rossi, habló en nombre de los partidos que integran el interbloque de ECO. “Nos sumamos al pedido de informes consensuado, pero con escepticismo. Porque esto choca con la falta de vocación para actuar del Poder Ejecutivo. El Gobierno conocía perfectamente las condiciones de precariedad en que vivían los vecinos de Soldati. La denuncias datan de 2010 y hay informes que comprobaron las falencias de infraestructura y que no hubo trabajos de reparación. Por eso, no podemos hablar de tragedia sino de abandono y desidia del Estado”, disparó el legislador.
A su turno, el legislador de Bien Común, Gustavo Vera, apoyó los dichos de Rossi. “La desidia del Gobierno es evidente. Hubo reiterados reclamos de los vecinos que no fueron escuchados. Por eso nos parece que el bloque oficialista debe hacer todos los esfuerzos necesarios para que Basavilbaso concurra a la Legislatura y de explicaciones. Y lo debe hacer de manera urgente.
Luego habló el legislador del FpV, Carlos “Quito” Aragón. “El Gobierno no cumplió con los fallos judiciales y por eso paga una multa diaria de mil pesos. El Gobierno recorta gastos en todo lo que tiene que ver con los sectores desposeídos. Prefieren no resolver esos problemas y que los pobres se mueran”, frase que desencadenó los aplausos de muchos.
Ante tantas críticas, la presidenta del bloque macrista, Carmen Polledo, salió al ruedo y aclaró la posición de su partido, diciendo que ellos también están preocupados por lo que pasó.
“Vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios para que este pedido de informes sea respondido y para que concurra al recinto el titular del IVC. A eso nos comprometimos y por eso apoyamos el pedido de informes”, destacó Polledo.
Los discursos terminaron y fue el momento de votar. El pedido de informes se aprobó con 51 votos positivos, ninguno negativo y ninguna abstención.
Los ánimos se caldearon aún más, cuando se cruzaron las bancadas del Pro y del FpV por la presentación sobre tablas de una iniciativa de Paula Penacca sobre Basavilbaso, que primero fue votada nominalmente y luego a través del sistema electrónico. Esta doble votación fue muy discutida y derivó en impugnaciones del oficialismo. Aunque finalmente la iniciativa de la legisladora no prospero.
Antes que la tensión fuera en aumento, Polledo le pidió levantar la sesión al vicepresidente segundo, argumentando que no había más temas para discutir. “Yo me quedaría un rato más, pero bueno”, contestó Gullo, lo que provoco de inmediato la risa de todos.
Las sonrisas del final no fueron el reflejo de lo ocurrido en la sesión. Para dejarlo claro: fueron todo lo contrario.