El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la canciller alemana, Angela Merkel, se vieron las caras en la Casa Blanca. Fue la primera reunión entre los dos líderes mundiales.
El encuentro tuvo varios momentos que llamaron la atención como la negativa del mandatario estadounidense a estrechar la mano de Merkel ante los periodistas, o la “broma” de Trump sobre escuchas telefónicas. Destacó que “por lo menos, tenemos algo en común”, un comentario que a Merkel no le hizo gracia.
El presidente estadounidense hizo referencia a sus acusaciones no probadas respecto a que su antecesor intervino los teléfonos de la Torre Trump durante la campaña electoral y al trascendido publicado por Wikileaks de hace unos años que señalaba que la Agencia Nacional de Seguridad espió las comunicaciones de la canciller alemana.
La broma provocó risas, pero el gesto de Merkel fue el que más comentarios generó.
Según el analista político John Lee, Merkel recibió “desaires e insultos discernibles” en su primera reunión con Donald Trump, mientras que para el presidente de Estados Unidos solo fue “un día más” de “comportamiento escandaloso y controversia”.