Las fuertes tormentas derivaron en la cancelación de más de 100 vuelos este sábado y otros tantos demorados, tanto en los arribos como en las partidas, en el Aeroparque Jorge Newebery y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Entre Ezeiza y Aeroparque había alrededor del mediodía una veintena de vuelos cancelados y más de 60 demorados, y otros tantos desviados.
Además, los aterrizajes en Ezeiza fueron suspendidos debido a la saturación de las plataformas y los vuelos son desviados a Montevideo, Rosario y Córdoba.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantenía los alertas por fuertes tormentas con vientos y actividad eléctrica en Capital Federal y en varias localidades del Conurbano bonaerense.
Para la ciudad de Buenos Aires, que amaneció este sábado con intensas lluvias, el SMN, prevé para la jornada vientos del sector este con velocidades entre 40 y 60 kilómetros por hora con ráfagas de hasta 80 km/h, que disminuirían hacia la noche.
Las localidades que se veían afectadas este sábado por las fuertes tormentas son Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Berisso, Cañuelas, Esteban Echeverría, Ezeiza, Quilmes, General Las Heras, José C. Paz, La Matanza, La Plata, Pilar, San Vicente, Tigre, entre otros.
Las fuertes tormentas complican este sábado las operaciones del Aeroparque metropolitano y el aeropuerto de Ezeiza: al mediodía eran más de 170 los vuelos afectados, entre demoras, cancelaciones, reprogramaciones y desvíos.
En total había unos 110 vuelos afectados por la lluvia en el aeropuerto metropolitano: en los arribos hubo 32 cancelados, 22 demorados, 2 desviados y 5 vuelos en los que había que consultar novedades a las compañías; mientras que en las partidas hubo 28 cancelados, 17 demorados y cuatro “consulte compañía”.
En los arribos a Ezeiza, en tanto, hubo 8 cancelados, 1 demorado, 1 reprogramado, 6 desviados y 9 “consulte compañía”. La situación fue peor en las partidas: 17 cancelados, 13 demorados y 13 “consulte compañía”.
En el Aeroparque Jorge Newbery, a las 4 un rayo impactó sobre una de las torres de control y afectó el sistema de aterrizaje ISL, que permite que los aviones puedan bajar por instrumental. Eso originó un problema.
El aeropuerto de Rosario se convirtió en la principal alternativa para vuelos desviados.