A fines de 2011, el consejero de la Magistratura de la Nación, Alejandro Fargosi, sorprendió al votar favorablemente la propuesta del bloque “K” en el Consejo, en el concurso 140 que designaba los seleccionados para ser magistrados con competencia federal para juzgados con sede en Buenos Aires. En aquella oportunidad, su amigo y sostén político Federico Pinedo, respaldó aquel voto, el cual fue duramente cuestionado por Ricardo Alfonsín, varios referentes radicales y el presidente del Colegio Público de Agogados de la Capital Federal, Jorge Rizzo, entre otros. Un año más tarde, una nueva decisión de Fargosi volvió a sorprender y enojar al radicalismo.
El acuerdo electoral que permitió a radicales, macristas y conservadores que integran el Colegio de la calle Montevideo, ganar las elecciones para consejeros –tanto de la magistratura nacional como de la porteña-, establecía que los consejeros ganadores compartirían mandato con sus suplentes; este compromiso, asumido formalmente con firma ante escribano, sólo fue cumplido entre los consejeros porteños. Fargosi, tal vez recordando los fuertes palabras de los radicales hacia su persona, resolvió no cumplir con la palabra empeñada dos años atrás.
Si bien en en Consejo de la Magistratura de la Ciudad el recambio pautado en el acuerdo se dio sin mayores inconvenientes (Javier Concepción renunció para que asuma Alejandra García, ambos representantes de los abogados por el radicalismo, y Gisela Candarle entregó su sillón de consejera a Jorge Enríquez, cumpliendo con lo pactado entre los letrados que militan en el Colegio de la calle Montevideo), en el Consejo de la Nación ningún cambio ocurrió.
Fargosi debería haber cumplido con el acuerdo antes de fin de año dandole lugar a Juan Pablo Zanetta (militante radical del grupo al que representa la ex consejera porteña Magdalena Iraizoz y con respaldo de Ricardo Gil Lavedra). “La agrupación de abogados ‘Será Justicia’, por la cual Fargosi ingresó al Consejo, resolvió expulsarlo de sus filas en noviembre de 2011 debido a su decisión de votar, en consonancia con la propuesta de los delegados del Gobierno Nacional, la terna de candidatos del Concurso 140 para la Justicia Criminal y Correccional Federal. En aquel momento este grupo calificó de ‘inaceptable’ y ‘traición’ lo hecho por Fargosi, por esta razón el consejero dio por terminada la relación con dicha agrupación que fue la responsable de sellar el acuerdo con la UCR. Ellos lo expulsaron por lo tanto él ya no tenía la obligación de cumplir con ese acuerdo ya que no forma más parte de la agrupación”, explicó a Noticias Urbanas una fuente judicial.
A pesar de esta lectura de los hechos que explicaría el fundamento de Fargosi para no renunciar a su cargo y permitir que su suplente radical asuma en el Consejo de la Magistratura de la Nación, en el PRO no son pocos los que ven con preocupación esta actitud del consejero identificado con el macrismo y que milita en la campaña de Federico Pinedo para la senaduría.
“El macrismo está trabajando fuertemente por sumar a la UCR en un armado nacional opositor. Esta actitud de Fargosi no suma, resta”, afirmó un operador PRO.
“Mauricio (Macri) se está reuniendo con intendentes y referentes radicales, todo el equipo está trabajando en esa línea, lo de Fargosi volvió a generar mal estar con el radicalismo. Estamos tratando de reparar los daños y recomponer relaciones. La incorporación de Silvana Giudici al Ejecutivo es un ejemplo de esto”, agregó.
Pero si bien entre sectores radicales el enojo con el macrismo se hace evidente pidiendo la expulsión de Giudici del partido, por ejemplo, en el PRO hay quienes están tratando de capitalizar el conflicto. “Fargosi es de Pinedo. Pinedo quiere pelearle la senaduría a Horacio (Rodríguez Larreta). Horacio está construyendo con el Tano (Daniel Angelici). A más B igual C. Larreta va a culpar a Pinedo -al que Gabriela Michetti respalda-, por los perjuicios generados en las negociaciones con la UCR, y finalmente, van a reconstruir relaciones con Angelici como eje. A rio revuelto…”, opinó una voz macrista.
Más allá de las cenas entre el Jefe de Gobierno porteño y referentes radicales, y la inclusión de la ex diputada nacional en el Ejecutivo local, lo cierto es que el garante del acuerdo entre los abogados, Ricardo Gil Lavedra, expresó su molestia por la falta de palabra de Fargosi a varios abogados porteños. Mientras las relaciones se reconstruyen (o mutan) Juan Pablo Zanetta, a modo de consuelo, obtuvo una promoción al cargo de prosecetario coadyuvante dentro del Poder Judicial de la Ciudad.