La Universidad de Buenos Aires fue calificada en el primer lugar entre las universidades de países hispanoparlantes del mundo, en un ranking que se realiza anualmente en Shangai, en el que se evalúa a las mejores casas de estudio de todo el mundo.
Sólo 10 universidades de Latinoamérica fueron clasificadas entre las 500 mejores del mundo. El ranking 2014 fue encabezado por la Universidad de Harvard, a la que le siguieron las norteamericanas Stanford, el Instituto de Tecnología de Massachussetes (MIT) y Berkeley. Recién en el quinto lugar apareció una universidad inglesa, la de Cambridge, a la que le siguieron las también norteamericanas de Princeton, Caltech, Columbia y Chicago. La de Oxford quedó en el décimo puesto.
Como se puede apreciar, en el estado sureño de California están situadas tres de ellas, Stanford, Berkeley y el Caltech. En Massachussetes se ubican Harvard, la casa de altos estudios más antigua de Estado Unidos de Norteamérica -que está en la ciudad de Cambridge, paradójicamente- y su vecino de la misma localidad, el MIT.
Entre las casas latinoamericanas seleccionadas existió un fuerte predominio de las brasileñas. Figuran en el ranking las de San Pablo; Federal de Minas Gerais; Federal de Río de Janeiro; UNESP (también en San Pablo), Campinas y Federal de Río Grande do Sul. Tercera se ubicó la UNAM (México); en octavo lugar fue calificada de la Universidad Católica de Chile y en el décimo la universidad estatal del país trasandino. Entre todas ellas, encabeza el tablero la de San Pablo y le sigue la UBA.
Otras universidades que fueron tomadas en cuenta fueron las de Bologna (Italia), Hamburgo (Alemania), París y Pisa (Italia).
Para confeccionar el listado se toma en cuenta la calidad de la educación, que está determinada por las distinciones obtenidas por sus graduados; la calidad de sus docentes; el hecho de que sus investigadores sean citados con frecuencia en los documentos y los medios de comunicación; las publicaciones científicas en medios especializados del mundo y el desempeño individual en relación con el presupuesto, dividido por la cantidad de estudiantes.
