Más de 6.000 guerrilleros abandonan sus campamentos en la Colombia profunda camino de la vida civil en una suerte de migración que ya se conoce como “La última marcha de las FARC”.
La guerrilla se ha pasado los últimos cinco meses en unas zonas denominadas oficialmente puntos de preagrupamiento; de manera oficiosa: campamentos de paz. En estos territorios han esperado a que el Gobierno de Juan Manuel Santos aprobara por trámite parlamentario parte de los acuerdos pactados en La Habana. Y han cumplido su palabra de que la implementación no comenzaría hasta que la Ley de Amnistía estuviera vigente.
Desde el pasado sábado y hasta este jueves, se habrán realizado 36 operativos por toda Colombia para la movilización de 6.300 guerrilleros. En su camino a estos territorios, a pocos kilómetros de donde se encontraban, cada frente, columna y bloque de la guerrilla ha sido acompañado a través de corredores humanitarios por el Mecanismo de Monitoreo y Verificación compuesto por el Gobierno, las FARC y la ONU.
Para el desplazamiento por tierra se han utilizado 450 4×4, 200 camperas, 120 camiones, 100 autobuses, 80 coches, 35 mulas de carga, 10 tractores y se han ofrecido entre 10.000 y 15.000 raciones de comida, según datos de Carlos Córdoba, gerente de las zonas de transición.