Este miércoles se realizó en la Universidad Metropolitana para el Estudio y el Trabajo el estudio que dio como resultado que la inflación interanual llegó en septiembre al 40,1 por ciento.
Pero lo que se suponía que iba a ser una mesa académica informando sobre un índice se convirtió, por obra de los dirigentes gremiales que se hicieron presentes, en una síntesis política que desnudó las contradicciones que azotan al movimiento sindical.
En efecto, la mesa estuvo encabezada por el titular del SUTERH y anfitrión, Víctor Santa María y éste estuvo flanqueado, a su vez, por el camionero Pablo Moyano, el gráfico Héctor Amichetti, el docente Hugo yasky, el dirigente de la alimentación Rodolfo Daer y el también docente Roberto Baradel, entre otros.
El tono de las críticas que esbozaron los presentes se podría calificar, mínimamente, como áspero. Primero, la nota la dio el propio líder de los Camioneros e hijo del exlíder de la CGT Azopardo, que le dijo a Yasky que “te doy mi palabra Hugo, habrá un paro o movilización”.
Luego, Moyano volvió a referirse desdeñosamente al ofrecimiento del Gobierno -a la misma hora en que se producía este acto, la CGT se reunía con los principales ministros del gabinete de Macri-, al que calificó como “bonito”, a la vez que se evaluaba a Macri como “solo apto para ricos” y destacaba que hasta ahora sólo el campo y la actividad minera fueron los beneficiarios por las políticas de Cambiemos.
“Lo que anunció Triaca es una vergüenza, una ridiculez”, menospreció el camionero, que fue respaldado por el líder de los trabajadores de la alimentación, Rodolfo Daer, que expresó que “desde el 10 de diciembre, todos somos más pobres. Reivindicamos el diálogo como mecanismo para encontrar las soluciones adecuadas, pero los trabajadores no pueden seguir esperando”.
Según manifestaron algunos conocedores de los pasillos de la CGT, el propio Hugo Moyano terció para calmar a su combativo hijo, que es poco amigo de las medias tintas cuando le toca declarar. En esta difícil tarea, el actual presidente de Independiente vio cubierta su espalda por algún mensajero del Vaticano, ya que se dice que el Papa Francisco es una de las voces que vienen abogando por suavizar el conflicto social, que la intransigencia gubernamental radicaliza permanentemente. Quizás haya novedades en la visita que el presidente Mauricio Macri se dispone a realizar al Vaticano. Inclusive, ante las amenazas de ruptura con la CGT, Moyano padre le recomendó a su hijo que sea su seguidor en cuanto a su disposición a “dar la pelea desde adentro”.
Moyano, de todas maneras, no está solo. El sector gremial combativo que encarna está integrado también por la Corriente Federal, cuyas caras más visibles son el bancario Sergio Palazzo, el docente privado Horacio Ghilini y el gráfico Héctor Amichetti y por la CTA de los Trabajadores, que lidera Hugo Yasky.
Amichetti, por su parte, destacó que “dentro del momento que padecen los trabajadores reconforta tanto las expresiones de los compañeros, como la movilización que ya encarnan la CGT de Córdoba y la que están pergeñando en Rosario, por citar algunos ejemplos”.
Ghilini prefirió, en cambio la autorreferencia al manifestar que “a veces uno lamenta acertar, pero nuestra resistencia apunta al modelo económico, cuyas consecuencias están a la vista”.