Ser mujer en esta sociedad implica tener menos acceso a la salud, a la educación y a mejores puestos de trabajo remunerado. Ya es una realidad en cualquier índice de cualquier organización que se acceda a través de Google.
Pero la categoría mujer explica solo una parte de la opresión que sufrimos. Si a ello se le agrega un trabajo, sufriremos también la explotación y precarización propia del sistema capitalista. Si a ello le agregamos también un color de piel que no vaya con la hegemonía blanca, se agrava aún más la situación. Las categorías se suman, conforme sucede la propia vida: joven, madre, soltera, negra, mapuche. Las diferentes situaciones generan dobles y hasta triples cargas de explotación sobre la persona. El concepto que explica y resume todo esto se llama interseccionalidad.
Pero, además, existe una categoría que aún hoy todavía no había tenido visibilidad y que gracias a la lucha feminista hoy puede ser relevada, pensada y luchada: la situación de las mujeres con discapacidad.
En Argentina, las mujeres con discapacidad son objeto de un sinnúmero de estereotipos que ponen el foco, en particular, en su cuerpo, sexualidad y reproducción. En virtud de estos estereotipos, se considera que las mujeres con discapacidad son “ángeles asexuados que no quieren o no pueden tener relaciones sexuales” y, en cualquier caso, no entienden qué es una relación sexual.
Cuando las mujeres con discapacidad ejercen su sexualidad, se considera que es una sexualidad descontrolada que debe ser limitada porque no se considera conveniente que tengan hijos/as porque se estima que no podrán ejercer adecuadamente el rol de madres – que parece confinado a las mujeres sin discapacidad- e, incluso, porque se teme que den a luz a un/a niño/a con discapacidad.
Compartimos imágenes de las integrantes de REDI y la directora de @ONUMujeres, otros participantes del encuentro y nuestra compañera @carolinabuceta. Crédito de las fotos: UNTF/UNWOMEN. pic.twitter.com/Ww0LQMcYd1
— REDI (@redi_derechos) October 8, 2018
En el ámbito del sistema de salud, los estereotipos y los prejuicios se combinan para generar prácticas de discriminación múltiple que les impiden ejercer plenamente sus derechos.
En Argentina, las mujeres con discapacidad encuentran infinitos obstáculos para acceder a información, bienes y servicios de anticoncepción y tomar decisiones autónomas en este aspecto. Muchas son sometidas a prácticas de esterilización quirúrgica o se les prescriben métodos anticonceptivos de larga duración sin su consentimiento. En otros casos, brindan su consentimiento para utilizar un determinado método anticonceptivo, pero este consentimiento no es plenamente libre porque está basado en información errónea o sesgada en virtud de estereotipos y prejuicios.
En vistas de dicha situación, el próximo 23 de octubre, la Red por los Derechos de Personas Con Discapacidad (REDI) lanzará #NosotrasTambiénGozamos, una campaña que busca derribar mitos sobre la sexualidad de las mujeres con discapacidad, así como difundir sus derechos sexuales y reproductivos y visibilizar sus incumplimientos y violaciones sistemáticas.
En este contexto, y con el apoyo de la organización internacional FeministReview Trust, REDI desarrolló la plataforma virtual www.discapacidadyderechossexuales.org.ar, que ofrece información sobre cuáles son los Derechos Sexuales y Reproductivos, así como los centros de salud que contemplan la accesibilidad a diferentes niveles y un foro de intercambio de experiencias.
“El objetivo de esta plataforma es construir un espacio donde todas las mujeres y cuerpos gestantes, incluidas las personas con discapacidad, encuentren información clara y práctica sobre sus derechos sexuales y reproductivos y, en particular, sobre los centros de salud que brindan servicios de atención que respetan sus derechos”, explicó Carolina Buceta, integrante de REDI.
Y continúa: “al brindar información sobre estos centros de salud abordamos uno de los principales obstáculos que las mujeres con discapacidad enfrentan al momento de obtener atención en materia de salud sexual y reproductiva: la falta de accesibilidad. Por dar sólo algunos ejemplos, la mayoría de los hospitales tienen rampa de acceso, pero para hacerse una mamografía la mujer tiene que estar parada, entonces ya no es accesible para una usuaria de silla de ruedas; la cartelería no está disponible en Braille, o cuando te llaman al turno, se hace directamente en voz alta por el nombre, entonces una mujer sorda o hipoacúsica necesariamente tiene que estar acompañada por una persona oyente, lo que puede afectar su privacidad”.
El Estado argentino no cuenta con información y datos estadísticos sobre la situación de la salud sexual y reproductiva de las mujeres y niñas con discapacidad (MND). Al no tener esta información, las autoridades carecen de un insumo indispensable para el desarrollo de políticas, programas y estrategias capaces de garantizar los derechos de las MND.
Los datos de centros de salud que se encuentran en la plataforma fueron obtenidos de una encuesta realizada a mujeres de todo el país: “Si bien esta información es de actualización constante en base a los datos que nos van llegando, la poca data que hay sirve para visibilizar también que la accesibilidad es muy baja. De modo que nuestra plataforma no sólo es útil para saber donde recurrir, sino también para comprender lo que falta”, indicó Buceta.
La plataforma es plenamente accesible para todas las personas con discapacidad. Incluye pictogramas, contrastes de colores y teclas rápidas de navegación, además de acceso sencillo al registro y comentarios en el foro de la plataforma.
El lanzamiento de la Campaña #NosotrasTambiénGozamos se realizará el martes 23 de octubre de 2018, a las 18:45hs en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (Santiago del Estero 1029 – C.A.B.A.), en el marco de la clase abierta “Derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con Discapacidad: Conocerlos para disfrutarlos con autonomía”. El encuentro es organizado por REDI en conjunto con el Seminario Discapacidad, políticas y ciudadanía de la Carrera de Trabajo Social de la UBA y el Programa Universidad, Discapacidad e Igualdad de Oportunidades de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.