Si hubiese que elegir un ganador interno en Juntos por el Cambio, tras este primer gran filtro que como fueron las PASO, habrá que mencionar a Horacio Rodríguez Larreta. Y el principal perdedor, quizá, haya sido Mauricio Macri. Porque, aun cuando en la principal alianza opositora rescaten la unidad como fortaleza y nadie piense hoy en rupturas, todos los referentes de peso jugaron –y juegan- este año mirando hacia el 2023.
¿Por qué Larreta es el gran ganador? Básicamente, porque el jefe de Gobierno forzó la puja para que las listas en las dos Buenos Aires las encabecen delfines suyos: el ya conocido enroque entre Diego Santilli, que se mudó a tierra bonaerense y María Eugenia Vidal, que volvió a la Ciudad. Los triunfos de ambos pueden anotarse también como un espaldarazo para los planes nacionales/presidenciales de Larreta. Sobre todo, si ratifican pergaminos en los comicios que valen, los del 14 de noviembre.
El alcalde porteño ya le había torcido el brazo a Macri en la confección de las listas. El ex presidente quería a Vidal en Provincia y a Patricia Bullrich en Capital. También promocionaba a su ex ministro de Turismo Gustavo Santos para encabezar la lista para senadores en Córdoba. Fracasó en los tres intentos. Sólo consiguió que Federico Angelini, vice del PRO, tuviera su oportunidad para la Cámara alta desde Santa Fe. Pero Angelini perdió la interna. Lo mismo que Santos, que debió conformarse con liderar para diputados en dupla con Mario Negri.
También Macri había dado su apoyo a otro ex ministro, el radical José Cano, que quedó tercero en la interna de JxC en Tucumán. Con este panorama, será difícil pensar en un “segundo tiempo” de Macri en el 2023.
Un poco mejor posicionada quedó Bullrich, que tras digerir la baja en Ciudad –que podía proyectarla como sucesora porteña de Larreta- se sumó a la campaña en casi todas las provincias, en su rol de presidenta del PRO y también con aspiraciones nacionales. Con un plus: en la caliente interna cordobesa, la ex ministra apoyó a la lista ganadora de Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Así, Bullrich se preserva como eventual candidata en el 2023.
De confirmarse sus victorias, por supuesto, otros dos macristas como Santilli y Vidal quedarán en carrera para la próxima vuelta. En el caso del ex vicieje porteño, el objetivo es más claro: ir por la gobernación bonaerense, como delfín del presidenciable Larreta. En esa carrera, tiene un rival lanzado. El intendente de Vicente López, Jorge Macri, ya sin reelección local, avisó que quiere volver a intentar por el lugar que hoy ocupa Axel Kicillof. Este año amenazó incluso con dar la interna, pero quedó en amague. Como consuelo, en su distrito la boleta de JxC obtuvo los porcentajes más altos de toda la provincia.
Por el lado de Vidal, hay más incertidumbre. ¿Intentará ir por la Jefatura de Gobierno? En su entorno, insisten en la proyección nacional de la ex gobernadora, que ya anticipó que donde no buscará volver es a la Provincia. ¿Candidata a Presidenta? Difícil, por su alianza con Larreta. ¿A vice, en un fórmula bien amarilla? Complicado, si se piensa en la apertura que imagina el larretismo para reconquistar la Rosada en el 2023.
Aun cuando decidiera ir por la jefatura de Gobierno, Vidal se encontraría con uno de los principales aliados de Larreta: el radical Martín Lousteau, quien hizo una excelente elección justamente contra el jefe de Gobierno en 2015 y siempre dejó abierta la puerta para volver a intentarlo. Algunos hablan de un acuerdo no escrito con Larreta por la sucesión.
Como buen político, Lousteau no define antes de tiempo y también siempre queda latente la posibilidad de una candidatura nacional. Mientras, el senador se embarcó en otra puja, la interna del radicalismo, donde enfrenta casi mano a mano al gobernador Gerardo Morales. Lousteau festejó el triunfo de De Loredo en Córdoba y también su influencia para meter candidatos propios (de su fuerza, Evolución) en otros distritos grandes, como las dos Buenos Aires.
En ese conteo interno, también Morales se esfuerza por anotarse triunfos con delfines propios en el interior. Aunque uno de esos ganadores, el mendocino Alfredo Cornejo, puso límites y dijo que también quiere dar pelea en esa discusión de referentes nacionales de la UCR.
Un escalón abajo quedó Facundo Manes, el neurocientífico que querría saltar del Congreso a la Rosada, sin escala previa en la gobernación. Si bien fue derrotado por Santilli en la PASO, cosechó más de un millón de votos y ayudó a potenciar la interna de Juntos por el Cambio. Es otro que no se resigna a que su futuro político termine allí.
Otras figuras que hicieron apuestas en 2021 pensando en 2023 fueron los dos referentes políticos que tuvo Cambiemos en el poder y tuvieron encontronazos con el área más pura del PRO. A uno, Rogelio Frigerio, le fue muy bien en Entre Ríos y ya se anota para la gobernación. Emilio Monzó, por su parte, que compartió lista con Manes, no le fue tan bien, y su sueño bonaerense parece hoy muy golpeado.
