El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, celebró la sanción en la Legislatura porteña de la ley que habilita el funcionamiento de los Foodtrucks, y aseguró que son “una atracción y dan vida a la calle”.
Desde el Patio de los Lecheros, donde están instalados varios camiones con distintas ofertas de comida, el Jefe de Gobierno resaltó además el consenso que se logró entre los distintos bloques políticos para aprobar la norma.
“Es algo que ya está probado y funciona muy bien en otras ciudades del mundo. Es una atracción, en este caso para los porteños y los turistas, y le da vida a la calle. Esta ley complementa eso. Estamos muy contentos que se haya aprobado”, enfatizó.
Junto a Rodríguez Larreta, participaron del recorrido el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, y los legisladores del Pro, Maximiliano Sahonero y Paula Villalba, y María Inés Gorbea, del bloque Suma+.
“La verdad que fue un gran éxito en la Legislatura. Hubo un amplio consenso con la ley, lo que muestra que dialogando, podemos ponernos de acuerdo”, añadió el Jefe de Gobierno.
La norma sancionada este jueves por la Legislatura tiene como objetivo generar un marco legal para el funcionamiento de los Foodtrucks, en correlato con numerosas ciudades del mundo como París, Nueva York, Boston y Chicago, donde estos vehículos son parte de la oferta gastronómica.
El desarrollo económico de la Ciudad se incrementó en los últimos años, lo que generó nuevos polos en los distintos barrios y la necesidad de contar con una infraestructura que sustente ese crecimiento.
La nueva ley propone facilitar estos emprendimientos a través de un modelo de negocios que favorezca tanto a los productores como a los consumidores de gastronomía, y los Foodtrucks cuentan con la capacidad de ampliar la oferta y generar puestos de trabajo.
El marco regulatorio contempla la habilitación general del camión con un registro por un año, aunque con la posibilidad de ser renovado, y el permiso de uso precario en lugares predeterminados por la autoridad de aplicación, con la condición de que no estén ubicados a menos de 200 metros de un establecimiento gastronómico.
El Programa de Participación Ciudadana lanzó en septiembre una encuesta a través de las redes sociales para conocer la opinión de los vecinos sobre la circulación de los vehículos gastronómicos en los barrios con baja oferta, y el 83% de las casi 110 mil personas que votaron estuvo a favor de la iniciativa.