El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, decidió posponer su lanzamiento presidencial programado para el mes de febrero, para agotar un último intento de acuerdo con el expresidente Mauricio Macri.
El alcalde porteño está preocupado y le preocupará enfocarse en la disputa interna en el Pro. No sólo en la pulsada con Patricia Bullrich. También en el ajedrez silencioso y de final con suspenso con Mauricio Macri.
Los armadores de Larreta indicaron que “esta es la etapa de consolidar los apoyos, tanto de referencias como de posibles candidatos en las provincias”, e indicaron que primero la instancia de “mostrar músculo” de cara a las definiciones en el Pro. Con ese propósito Rodríguez Larreta encabezó en diciembre una reunión en Costa Salguero con líderes de todo el país.
“Nosotros construimos nuestro camino sin ver qué hacen los del costado. Después, claro que sumar músculo territorial puede tener influencia en las decisiones de los otros”, planteó cerca del jefe de Gobierno.
Los movimientos con Morales y Carrió apuntaron en el mismo sentido, aunque estimaron que el próximo paso coincidirá con el acto de lanzamiento a fines de febrero o ya en marzo. “A partir de que se transparente la candidatura en confluencia con el liderazgo”, según el esquema proyectado en la sede porteña de la calle Uspallata.
Para que buena parte del camino quede despejado, según la mirada en el Gobierno porteño, Rodríguez Larreta procurará avanzar durante el verano en un acuerdo o al menos un entendimiento con Macri.
Algunos líderes mantienen la perspectiva -o acaso el deseo- de que el ex presidente desistirá de ser candidato, y en ese caso se considerarían satisfechos con que no expresa preferencias en una eventual disputa con Bullrich en las PASO. “Que negocie su neutralidad para conservar una cuota de influencia”, en palabras de uno de los armadores.
Mientras tanto habrá más fotos con los socios y los candidatos en las provincias. Con Morales podría volver a encontrarse en el Carnaval de Jujuy. Tanto el titular de la UCR como Carrió comenzó a instalar la necesidad de esta vez armar un gobierno de coalición en caso de volver al poder, a diferencia de la gestión de Macri.