El jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta concretó en las últimas horas una fuerte decisión en su entorno: le cerró definitivamente la puerta a Emilio Monzó, a quien le había ofrecido a principios de año sumarlo a su armado presidencial.
La decisión está fundamentada en que en medio de la interna de del Pro, Larreta está dispuesto a exigir fidelidad extrema a la dirigencia que lo acompañe en su recorrido hacia la Casa Rosada o expulsarla de su círculo íntimo.
En ese contexto, lo decidido por el alcalde porteño tendrá movimientos internos. El primero de ellos será que Nicolás Massot deberá dejar su cargo de director del Banco Ciudad, al que había accedido por el acuerdo.
Massot integra el espacio de Monzó, es concejal de Tigre y está abiertamente encolumnado con el proyecto de Patricia Bullrich. Su aspiración es ser candidato a intendente, pero Larreta prioriza en Tigre al actor Segundo Cernadas, que acompaña el proyecto a gobernador de Diego Santilli.
Además otros dirigentes monzonistas que irán a trabajar al proyecto de Patricia Bullrich en provincia son Marcelo Daletto y Sebastián de Luca.
El que también caería en desgracia, pese a no ser un aliado de Mónzó, es Ramón Lanús. Un militante larretista de San Isidro, que últimamente se opuso a varias iniciativas de Gustavo Posse en el Concejo Deliberante de esa localidad.
Sucede que Posse es un importante aliado del jefe de Gobierno en su proyecto de convertir a Santilli en gobernador y se cansó de explicarle a Lanús que la interna local no podía imponer su lógica a un proyecto presidencial y provincial. Algo que no sucedió y lo ayectaría del entorno larretista.
Un gesto claro y una dura señal hacia adentro del Pro que apunta a dejar afuera de su protección a quienes no se suban explícitamente a su proyecto presidencial o lo hagan al armado de sus rivales internos.