Larreta se comprometió en Bonn, a combatir el cambio climático

Larreta se comprometió en Bonn, a combatir el cambio climático

Se firmó un documento junto a otras 23 ciudades, integrantes de la red C40. La  Ciudad se comprometió a ser carbono neutral para 2050.

La Ciudad también se comprometió a combatir el cambio climático

En el marco de la Cumbre del Clima de Bonn, Alemania, Buenos Aires adhirió al compromiso de convertirse en zona carbono neutral para 2050, iniciativa impulsada por la red C40, que nuclea a las principales ciudades del mundo que buscan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y morigerar su impacto sobre el cambio climático.

El documento, que lleva la firma del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, indica que las ciudades deberán establecer planes para 2050, y lograr que sus emisiones de gases que propician el calentamiento del planeta, sean neutrales.

Para alcanzar la meta, hace foco en tres ejes principales:

–         Desarrollar un plan específico para lograr la neutralidad de emisiones para 2050.

–         Planificar cómo la ciudad se adaptará y mejorará su resiliencia a los efectos del cambio climático.

–         Contemplar los beneficios sociales, ambientales y económicos derivados de la implementación del plan y mejorar la distribución de estos beneficios en toda la población.

Además, las ciudades firmantes se comprometen a esbozar cómo se abordará la implementación de las acciones y a apoyar al Grupo de Liderazgo Climático de Ciudades del C40 para alentar e inspirar a otras ciudades a comprometerse con el Acuerdo de París firmado en 2015.

“Estamos muy contentos por habernos comprometido a ser, para el año 2050, zona de carbono neutral. Nuestra lucha para reducir los efectos del cambio climático es constante, por eso desde la Ciudad trabajamos para que todos tomemos conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente. La tierra es nuestra casa y tenemos que cuidarla”, expresó Rodríguez Larreta.

Buenos Aires es reconocida internacionalmente por su trabajo en la materia, ya cuenta con su Plan de Acción contra el Cambio Climático 2016-2020, y ha alcanzado el 30% de las metas fijadas en ese documento.

Hasta el momento, 24 ciudades adhieren al acuerdo: Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Copenhague, Ciudad de México, Quito, Río de Janeiro, Salvador, Santiago de Chile, Caracas, Austin, Accra, Boston, Durban, Londres, Los Ángeles, Melbourne, Milan, Nueva York, Oslo, París, Philadelphia, Portland, Stockholm y Vancouver.

Según la Organización de las Naciones Unidas, las grandes ciudades concentran el 54% de la población mundial, y se espera que para 2050, esa cifra alcance el 66%. A su vez, son las responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global.

“Aspiramos a que cada proyecto y cada acción que llevamos adelante tenga un anclaje y una huella positiva en el ambiente. Queremos vivir en una ciudad sustentable, donde podamos conseguir un equilibrio entre los vecinos y los recursos naturales”, declaró Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público:

El camino hasta ahora

La Ciudad ya ha reducido el 3% de la proyección de emisiones de gases de efecto invernadero para 2020. Esta cifra representa el 30% del camino delineado por el Plan de Acción contra el Cambio Climático 2016-2020. Para alcanzar la meta, ha trabajado en diferentes ejes.

En lo referido a energía, se desarrollaron diversos proyectos apuntados tanto a eficiencia energética (reemplazo de semáforos tradicionales y luminarias del alumbrado público por LED, y recambio de lámparas LED en autopistas urbanas); como en energías renovables (instalaciones fotovoltaicas en distintos lugares de la Ciudad, como en edificios públicos y el Metrobus). La reducción del sector ha sido de 28.965 tnCO2eq.

Sobre gestión de residuos, a través Centro de Reciclado de la Ciudad y las medidas de separación en origen, alcanzó una reducción de 221.653 tnCO2eq. La plantación de nuevos árboles permitió que se redujeran 3291 toneladas más.

En el sector de transporte los planes se basaron en la extensión de la traza del Metrobus, de la red de subtes, de ciclovías y bicisendas; y el trabajo que se realizó en la mejora y el ordenamiento del tránsito. En este caso, la contribución del sector en la reducción de las emisiones es de 215.236 tnCO2eq.

Juan Filgueira, presidente de la Agencia de Protección Ambiental, perteneciente al Ministerio de Ambiente y Espacio Público, agregó: “La Ciudad trabaja para reducir sus emisiones desde 2010, siempre con metas ambiciosas y dispuesta a hacer esfuerzos importantes. Es un orgullo para Buenos Aires establecer estos compromisos que son tan importantes para el futuro de las nuevas generaciones”.

En total, durante 2017 la reducción de emisiones ha sido de 469.145 tnCO2eq. En términos domésticos, para alcanzar ese volumen de emisiones se debería, por ejemplo, generar la energía necesaria para abastecer a 314.019 familias de la Ciudad de Buenos Aires durante todo un año.

La estrategia climática de la Ciudad comenzó a desarrollarse en 2010. Desde entonces, la reducción total de gases de efecto invernadero ha sido de 2.293.729 tnCO2eq. Para generar esa cantidad de gases, sería necesario el uso de 1.000 millones de litros de nafta en autos particulares: 28.600 camiones cisterna completamente llenos que, si se estacionaran uno detrás del otro, formarían una fila desde Capital Federal hasta Mar del Plata.

¿Qué es el dióxido de carbono equivalente (tnCO2eq)?

El dióxido de carbono es el primer gas de efecto invernadero descubierto, el más presente en la atmósfera, y uno de los más persistentes en el tiempo. Se ha convertido en el indicador universal para medir las emisiones que generan cada ciudad o país. Es producido principalmente por la quema de combustibles fósiles (para vehículos, generación eléctrica, aviones, etc.) y por la tala y quema de bosques.

Otros gases como el metano o el óxido nitroso también tienen el potencial de generar un efecto invernadero, principal causa del cambio climático, pero en diferente medida. Por ejemplo, un kilogramo de metano (producido naturalmente por el ganado y la descomposición de residuos) tiene un potencial de calentamiento global 25 veces mayor al dióxido de carbono.

El óxido nitroso (usado en la fabricación de fertilizantes y en automóviles modificados) 310 veces mayor.

El convertir todos los gases a dióxido de carbono equivalente, en función de su potencial de calentamiento global, se los puede sumar y establecer así el inventario de gases de efecto invernadero (GEI) de, por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires.

 

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