Luego de que este martes se levantara la sesión para la votación en particular de la Ley Ómnibus, enviándola nuevamente al tratamiento en comisiones, el exjefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, criticó con dureza al oficialismo y volvió a manifestar su postura dialoguista y de consenso.
“Una nueva Argentina no se hace imponiendo, ni amenazando, se hace escuchando, dialogando y, sobre todo, siempre cerca de la gente. No es con slogans ni con demagogia, es con gestión”, expresó el exfuncionario a través de su cuenta de X, distanciándose de los legisladores del Pro que votaron a favor de la propuesta.
“No es con improvisación, es con planificación”, sostuvo Larreta, quien reconoció que tiene coincidencias con el Gobierno actual, particularmente en materia fiscal, pero se muestra en desacuerdo con algunos modos de actuar dentro de la gestión libertaria.
En este contexto, remarcó: “No es con súper poderes, es con respeto a nuestras instituciones. No sigamos demorando las transformaciones profundas que necesita nuestro país”.
¡𝗩𝗶𝘃𝗮 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗻𝘀𝗼 𝗰𝗮𝗿𝗮𝗷𝗼!
Muchos argentinos coincidimos con la necesidad de un cambio profundo. Para eso se necesitan 3 cosas, igualmente importantes:
1. Ideas claras. Yo coincido en parte de lo que plantea el Gobierno, especialmente en el equilibrio…
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) February 7, 2024
“Muchos argentinos coincidimos con la necesidad de un cambio profundo”, expresó y señaló que para realizar este cambio mencionado se necesitan tres cosas “igualmente importantes”: ideas claras, consensos y gestión.
“1. Ideas claras. Yo coincido en parte de lo que plantea el Gobierno, especialmente en el equilibrio fiscal. 2. Consensos para que las ideas se transformen en leyes. Hoy quedó demostrado: sin diálogo, no hay leyes. 3. Gestión para que las leyes se transformen en hechos”, desarrolló.
Al respecto, el excandidato presidencial consideró que “tanto el consenso como la gestión son valores que este Gobierno desprecia” y lanzó: “¡Viva el consenso carajo!”, como una pequeña chicana que hace referencia al famoso latiguillo del presidente Javier Milei.