El jefe de Gobierno porteño, Horario Rodríguez Larreta, empezó a enviar señales que marcan el camino hacia su postulación a la presidencia en el 2023: va por ampliar acuerdos, se aleja de María Eugenia Vidal y se independiza de Mauricio Macri.
En ese contexto, según Clarín, está todo encarrilado para que Emilio Monzó se incorpore al equipo que construirá la candidatura hacia el sillón de Rivadavia del alcalde porteño.
Larreta encabeza las encuestas en Juntos por el Cambio, donde no faltan candidatos. Pero sabe que es un maratón y no una carrera corta, por eso ha tomado la decisión de reducir su protagonismo y apartarse en lo que pueda de los conflictos de la política. Ahora toma otra, nunca libre de problemas políticos: mover las fichas para armar un equipo de campaña.
Al objetivo de surfear las polémicas del día a día lo ayuda la exposición del jujeño Gerardo Morales, también aspirante al premio mayor del 2023 y que va a todos los cruces y salta a cabecear todos los centros. En parte, por cómo es pero también por la necesidad de ser más conocido.
El pase de Monzó al larretismo es el más sonoro de la temporada en el mundillo de la política. Monzó se define acuerdista como Larreta y inclusive desde antes que Larreta insistía en ampliar la base electoral de Cambiemos, buscando o pescando en el peronismo.
El exdiputado nacional fue corrido del círculo áulico macrista por proponer eso y por pelearse con Marcos Peña y Durán Barba, el gurú del partido, que preferían la estrechez de la coalición a mezclarse con lo que llamaban la vieja política. Monzó entonces mandaba en el Congreso y era el tres en la sucesión presidencial.
Según el diario Clarín, hay datos que ofician de antecedente para que Monzó se acerque a Larreta. Uno tiene que ver con Vidal (de quien Larreta se aleja de a poco): no estuvo de acuerdo con que María Eugenia Vidal enfrentara a Aníbal Fernández por la gobernación bonaerense, pero la ayudó a ganar. Pero luego de ganar, Vidal le cerró con candados la puerta de la provincia: le impidió sistemáticamente cualquier desarrollo territorial. Él lo tomó como una traición.
El otro dato tiene que ver con el expresidente Mauricio Macri (de quien el jefe de Gobierno busca independizarse) con quien trabajó muy cerca pero no se hablan después de una durísima discusión en noviembre del 2019. Macri lo acusó de ser responsable de parte del fracaso. Y Monzó, de no ampliar la base de sustentación que era imprescindible para las transformaciones que proponía. Monzó acaba de declarar que Macri es el que más votos junta en una interna de Cambiemos, pero también dice que no debe volver a ser candidato a presidente.
En su entorno dicen que es un tipo que dice cosas duras pero que habla con todos. En estos dos últimos años, habló con Massa para transmitirle su experiencia en el manejo de la cámara y habló con Kicillof para contarle la historia del peronismo en la provincia. Sin lugar en el Pro, se trepó en la interna de Cambiemos a la lista de Manes para volver a ser diputado.
Ahora, con Larreta, dice que se no se trata de armar como con Macri sino de generar confianza y encontrar para cada uno el lugar más indicado. En esa tarea estará con Diego Santilli, uno de los primeros pasos de Larreta en su búsqueda de 2023 cuando supo imponerlo como primer candidato bonaerense.