El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, estuvo cuatro días en Villa La Angostura viviendo en la casa de Luis “Toto” Caputo. El jefe de Gobierno porteño viajó el viernes 22 y al otro día visitó a Mauricio Macri en la casa que el expresidente alquila todos los años en el barrio Cumelén.
De la charla hubo como resultante dos compromisos. El primero, que ya estaba casi definido pero que ahora quedó ratificado, es que Mauricio Macri no será candidato este año.
Macri le dijo a Larreta que él no busca fueros, no necesita protección de la Justicia -”no estoy ni procesado”, repite- y que no estaría cómodo pasando de la Casa Rosada a la Cámara de Diputados.
Según confirmaron fuentes de ambos entornos a Infobae, el cónclave sirvió para comenzar a delinear la estrategia de cara a las elecciones de medio término, en donde Juntos por el Cambio.
No tiene la misma opinión del Senado. Macri cree que la Cámara alta es más adecuada para albergar ex presidentes.
El segundo acuerdo al que llegó con Larreta es que tendrá un rol activo en la campaña. Macri quiere hacer todo lo que esté a su alcance para que Juntos por el Cambio haga una buena elección y está dispuesto a mostrarse al lado de los candidatos que le pidan para levantarles el perfil.
Macri le dijo a Larreta que quiere recomendar postulantes en todo el país.
El contrapunto se da a la hora de hablar de quién encabece la boleta en la ciudad de Buenos Aires ya que Macri quiere que sea Patricia Bullrich pero Larreta aún no está del todo convencido de que sea lo mejor para su futuro y el de su sucesor en 2023. Si la exministra de Seguridad realiza una elección de más de 50 puntos -algo probable- va a ser difícil para el larretismo imponer a quien venga después de Horacio.
Para dentro del Pro, el mensaje que mandaron Macri y Larreta va en sintonía con la necesidad de calmar las aguas en la interna entre duros y moderados.