La agencia de calificación de riesgo Fitch Ratings publicó este lunes un informe para clientes en el que destaca las dificultades del corazón del plan económico que pondrá en marcha el Gobierno de Javier Milei y la gestión del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. “Arreglar los desequilibrios macroeconómicos requerirá un esfuerzo político multifacético, y la secuencia será clave. Un gran ajuste fiscal es la pieza central necesaria de este esfuerzo, pero será difícil y llevará tiempo”, advirtieron.
Según consideraron, el ascenso del libertario a la presidencia “presagia grandes cambios”, pero destacaron que no enfrentará un camino fácil para estabilizar la economía después de tantos años de desequilibrios acumulados. “Milei aboga por una acción agresiva para abordar el estancamiento y la disfunción macroeconómica de larga data. Después del escepticismo inicial, los mercados se están recuperando ante señales más claras de su capacidad política para llevar a cabo tales acciones y ante la moderación de sus propuestas más radicales, incluida la dolarización”, comentaron.
En esa línea, Fitch sostuvo: “El ajuste será doloroso y el camino a seguir está plagado de riesgos económicos, políticos y sociales. El partido de Milei tiene poca representación en la legislatura y no controla gobernaciones provinciales, las alianzas con partidos más influyentes y agentes de poder siguen cambiando y la situación social es frágil.
“Arreglar los desequilibrios macroeconómicos requerirá un esfuerzo político multifacético, y la secuencia será clave. Un gran ajuste fiscal es la pieza central necesaria de este esfuerzo, pero será difícil y llevará tiempo”, alertaron.
Por otro lado, la agencia de calificación de riesgo se refirió a los problemas que enfrentará el Gobierno de La Libertad Avanza (LLA) para eliminar el cepo cambiario y las oportunidades que representa la energía para el país. “El desmantelamiento de los controles de capital podría ser difícil de llevar a cabo rápidamente sin consecuencias adversas para la estabilidad macroeconómica, hasta que el ajuste fiscal esté bien avanzado. Las reformas microeconómicas transformadoras enfrentan un panorama legislativo difícil, pero las perspectivas en el sector energético siguen siendo brillantes”, consignaron en su reporte.
Por otro lado, resaltaron que la calificación de la deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera de Argentina, “CC”, indica la opinión de Fitch sobre que una reestructuración u otro evento de incumplimiento de algún tipo es más probable que improbable en los próximos años. En 2020, durante la pandemia, el país reestructuró su deuda soberana y en marzo del 2022 firmó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que actualmente se encuentra caído y será renegociado en los próximos meses.
“Evitar este escenario probablemente dependerá de una acumulación importante de reservas internacionales, lo que será difícil dado su débil punto de partida y los desafíos en el proceso de ajuste. También es probable que sea necesario recuperar el acceso a los mercados, lo que podría ser aún más difícil. El plazo para lograr estas condiciones es corto, dado el aumento en los pagos de bonos en moneda extranjera a partir de 2025″, concluyeron.