El corrimiento de Cristina Kirchner de la fórmula presidencial y, en general, en la campaña, permitió que en el balance de las PASO tomara mayor volumen el protagonismo de otras mujeres que integraron el kirchnerismo.
Esto ocurrió, sobre todo, en la provincia de Buenos Aires, donde, ayudadas sin dudas por el arrastre de la ex mandataria, se metieron en una pelea que hasta hace unos años parecía reservada para “barones”.
Hay cuatro candidatas, en particular, que quedaron con buenas chances para acceder en octubre a un primer escalón de poder muy codiciado: las intendencias. Esta es la historía de cada una de ellas.
Florencia Saintout, de la Universidad a la política
Con 49 años, Saintout llegó a estas elecciones profesando un kirchnerismo duro y en ascenso. Profesora universitaria, decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata entre 2010 y 2018, su presencia en los grandes medios la consiguió con la entrega de un premio particular, no por su nombre -Rodolfo Walsh- sino por sus receptores.
En nombre de la “comunicación popular”, Saintout homenajeó a mandatarios cuestionados por su vinculación con los medios: desde la misma Cristina Fernández de Kirchner al venezolano Hugo Chávez y al ecuatoriano Rafael Correa.
Pero eso no frenó su carrera política en La Plata y así la actual diputada provincial, jefa del bloque de Unidad Ciudadana-PJ, llegó a las PASO con un desafío amplio. Por un lado, competir contra otros cuatro rivales del Frente de Todos y, en paralelo, contra el intendente macrista Julio Garro.
Las mujeres de la provincia de Buenos Aires, ayudadas sin dudas por el arrastre de la ex mandataria, se metieron en una pelea que hasta hace unos años parecía reservada para “barones”.
Con el apoyo de La Cámpora, agrupación a la que no pertenece, según se encarga de aclarar, Saintout ganó su propia interna con una ventaja mínima sobre otra mujer, Victoria Tolosa Paz, pareja del histórico publicista K, José “Pepe” Albistur: 57.551 votos contra 56.047. Por esa brecha exigua, hubo pedido de abrir urnas, pero lo rechazó la Justicia. El conteo definitivo confirmó el triunfo de Saintout.
Para octubre, el desafío está abierto: por un lado, el Frente de Todos (con sus 5 precandidatos) consiguió una amplia distancia sobre Juntos por el Cambio: cerca de 10 puntos, unos 40.000 votos. Sin embargo, Garro, que no tuvo puja interna, más que duplicó los sufragios de Saintout. ¿Retendrá la ex decana todo el apoyo de sus rivales K? ¿Mejorará Garro como para superarla en el mano a mano?
Mayra Mendoza, de La Cámpora a la Intendencia de Quilmes
Es una de las principales apuestas de La Cámpora, que ella sí integra explícitamente. Está en la agrupación que conduce Máximo Kirchner desde sus comienzos y es la única mujer que integra la conducción nacional. Por entonces jugaba en tándem en la familia y en la política: era la pareja de José Ottavis, uno de los referentes que tuvo el espacio durante el Gobierno K, que luego se alejó de la agrupación.
Con 35 años, desde hace 8, la dirigente es diputada nacional por la provincia de Buenos Aires y, nacida en Quilmes, hace tiempo lanzó su precandidatura a intendenta. Tiene un perfil alto y confrontativo: le gritó al presidente Mauricio Macri en plena asamblea legislativa y se peleó con la policía jujeña en una marcha de reclamo por la libertad de Milagro Sala.
En las PASO, tuvo una pelea similar a la de Saintout: les ganó a cinco rivales dentro del Frente de Todos, aunque en su caso lo hizo con gran contundencia. Según el recuento provisorio, obtuvo 95.294 votos y aventajó al segundo por casi 70.000 mil. Pero no fue la más votada individualmente: el intendente macrista Martiniano Molina sumó 104.654. De todos modos, Mendoza es favorita, ya que su frente totalizó 175.769 sufragios. Con sólo retener un poco de ellos le alcanzará.
Mariel Fernández, la militancia social en Moreno
El caso Moreno fue una rareza dentro del kirchnerismo y dentro de La Cámpora. Ese distrito pobre del oeste del GBA fue uno de los que logró la agrupación juvenil en 2015, en medio de la ola vidalista. Lo consiguió Walter Festa, que primero derrotó en la interna al eterno Mariano West y luego se quedó con el distrito.
Pero esa campaña electoral no se reflejó en la gestión y Festa quedó con su imagen dañada. Tanto, que Máximo Kirchner decidió hacer una excepción en su distrito. Pese a que se candidateaba para renovar la intendencia, éste habilitó a otros postulantes para darle pelea, un privilegio que les vetó a otros candidatos del Frente de Todos.
La negociación terminó con una disputa amplísima: siete precandidatos. Y esa pelea forzada consagró a una mujer, Mariela Fernández, que relegó al segundo puesto al jefe comunal que aspiraba a su reelección. Le sacó unos 9.000 votos: 38.655 a 29.617.
Fernández, de 41 años, está vinculada a las organizaciones sociales. Es referente del Movimiento Evita y está en pareja con Esteban “Gringo” Castro, de la CTEP. Casi se descuenta su triunfo en octubre: el Frente de Todos sumó más de 62 puntos, contra 19,71% de Aníbal Asseff, el candidato de Juntos por el Cambio.
Fernanda Raverta en Mar del Plata
Un año mayor que la representante del Movimiento Evita, Raverta es otra las apuestas de La Cámpora en la provincia de Buenos Aires. Desde diciembre de 2015 posee una banca como diputada nacional bonaerense.
Su caso en las primarias fue inverso al de las otras mujeres K. Ella triunfó en la interna, donde resultó la más votada individualmente, pero como espacio Juntos por el Cambio superó al Frente de Todos.
Se trató de una de las PASO más particulares. El intendente oficialista, Carlos Arroyo, fue vetado en el macrismo y se presentó por afuera. En la interna, el ex ministro Guillermo Montenegro le ganó a la radical Vilma Baragiola. Y otro ex intendente, en este caso vinculado al kirchnerismo, Gustavo Pulti, también fue con lista propia.
La pelea, por el resultado el 11 de agosto, quedó enfocado en Raverta vs. Montenegro. Otra puja con una lógica de grieta.