Con la aplicación de un protocolo especial, la comunidad carnavalera busca proyectar y prepararse para la celebración del Carnaval, atentos a las restricciones que impone la pandemia y priorizando el cuidado de la salud.
A menos de cinco meses de las fechas del Carnaval, las murgas porteñas, que se vienen reuniendo en forma virtual desde hace más de tres meses para analizar las posibilidades y modalidades del carnaval, presentaron en los últimos días un Protocolo Covid 19 al Gobierno de la Ciudad para reactivar la práctica de los ensayos, cumpliendo con las normativas vigentes.
El objetivo es mantener vivos los festejos del dios Momo, la histórica y popular celebración, y seguir fomentando la identidad social y cultural de los barrios, con la ilusión de cada murga y de los 15 mil murgueros de la ciudad, de seguir escribiendo la historia del carnaval, aunque en el próximo febrero deban adaptarse al contexto actual.
El Protocolo para el retorno a los ensayos de las agrupaciones murgueras plantea entre otras medidas, las referidas a los lugares, modalidad y tiempos de ensayos, uso de los instrumentos musicales, además del distanciamiento social preventivo y obligatorio, uso de tapabocas y sanitización individual y de los instrumentos en forma permanente.
En este marco, proponen ensayar en “parques, plazas, plazoletas, anfiteatros, polideportivos y espacios al aire libre en general”, donde los ensayos serán por bloques con una cantidad restringida de gente, mientras que si se realizan en locales, salones, teatros u otros lugares cerrados es imprescindible además “la sanitización del espacio antes, durante y posteriormente a la actividad”, destaca el protocolo.