Si bien durante las recorridas que protagonizó por la zona norte del conurbano bonaerense confirmó que “sea quien sea (su sucesor), va a tener que presentarse a las Primarias (PASO)”, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, no ha reglamentado la ley que habilita dicha práctica ni la de Boleta Única, cuyos plazos para ser puestas en vigencia venció el pasado 28 de agosto.
Al ser consultados sobre cuando se harán efectiva las respectivas reglamentaciones, en el macrismo responden “en los próximos días”. Aunque la sanción de las mismas se dio el 9 de diciembre de 2013.
Esta nebulosa en la que el gobierno porteño ha decidido mantener las PASO genera desconfianza tanto en oficialistas como en oposición. Por ejemplo, en el entorno de Gabriela Michetti, la indeterminación es tomada como una presión para que la senadora decline sus ambiciones de suceder a Macri en beneficio del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta y termine aceptando la oferta de acompañarlo en su aventura presidencial.
En tanto que, desde el Frente Amplio UNEN, espacio que cuenta con cinco precandidatos anotados en la carrera por el sillón de Bolívar I (los diputados Martín Lousteau, Roy Cortina y Fernando Sánchez, el ex legislador Alfonso Prat Gay y el presidente del Consejo Económico Social, Sergio Abrevaya) ya han reclamado por la aplicación de la norma.
Lo cierto es que, en la mesa chica del PRO, aún no decidieron si convocarán a elecciones porteñas en junio, tal como está previsto por la ley, o si las unificarán junto con las nacionales de octubre, para beneficiar por arrastre al candidato porteño. Es por eso que la reglamentación de la boleta única podría ser un escollo, porque impediría la unificación de boletas en octubre.