El legislador defiende al Gobierno en el momento más complicado de su gestión, cuestiona con dureza a Moyano y a los sindicatos combativos por el paro del miércoles. Afirma que los que encabezan la huelga persiguen fines políticos, aunque reconoce el impacto de la crisis. Ratifica su apoyo a Macri, rechaza el “plan V” y destaca que “no veo posible que vuelva Cristina, porque los argentinos no comen vidrio”.
¿Qué balance hace del paro de los Moyano y las CTA contra el Gobierno?
-El paro tuvo consignas vacías. Siempre hablando del acatamiento de la medida, sin aclarar que estaba limitado el acceso al transporte público y que hay muchas personas que quieren trabajar y no lo pueden hacer. Revela una dirigencia sindical decadente. Evidentemente, se organizan estas puestas en escena con el único propósito de buscar un rédito político. Está muy claro que una huelga general se hace para oponerse a una determinada política económica. Acá está naturalizado en la Argentina, pero eso no es normal. Una huelga no puede ser contra las políticas públicas de un gobierno. Ahí ya no es un reclamo sindical, sino político. Y la política se dirime sólo en las urnas, en una democracia. No parecen entenderlo ni Moyano ni Micheli, quien instó a permanecer en la calle para asegurar el triunfo de Cristina. Esto revela una clara prepotencia.
-Pero hay una crisis…
-Nadie niega las dificultades que hay, tanto la inflación, la volatilidad cambiaria y los problemas para generar empleo genuino, no son producto de una acción de cambiemos sino resultado de décadas de populismo.
-¿Vincula el paro con el kirchnerismo?
-Claramente. Además, estos dirigentes no tienen autoridad moral para representar a los trabajadores ya que ellos viven en la opulencia. Usan la huelga para presionar a los jueces que los investigan o para posicionarse políticamente. Son postales del pasado que nos ayudan a recordar adónde no queremos volver.
-¿No cree que tienen motivos para convocar a un paro? La crisis se siente en todos los sectores.
-Si la medida fuera para mejorar las condiciones laborales, estoy de acuerdo, pero es para oponerse a políticas públicas de gobierno. Las políticas se dirimen en las urnas y no en las calles, haciendo aguantes.
– La situación está muy complicada y crece el desgaste en la imagen del Presidente y el malestar social. ¿Le preocupa la posibilidad de perder en octubre?
-El Presidente no piensa en la elección próxima, sino en las futuras generaciones. Si pensamos en la próxima elección, vivimos con una ceguera de pensar cómo hacer demagogia y populismo berreta. No quiero que haya de nuevo tres generaciones de argentinos que no saben lo que es trabajar.
Estamos persuadidos de que vamos a ganar y de que Mauricio será reelecto. Pero el Presidente está pensando en los efectos colaterales de estas medidas, por eso el plan precios esenciales y el aplanamiento de tarifas.
-¿Qué piensa del “plan V”, que impulsan algunos aliados?
-El que conduce la alianza Cambiemos es Macri. Un período es muy corto como para que se puedan plantear todas las reformas. Los que plantean esto buscan el debilitamiento del Presidente. Vidal está muy enfocada en la provincia, como Larreta en la Ciudad.
-¿Le gustaría que Lousteau sea vice de Macri?
-El Presidente va a designar a su compañero de fórmula, tiene que ser de su extrema confianza y va a surgir de Cambiemos.
-¿Es probable que regrese Cristina Kirchner al poder?
-No veo posible que vuelva Cristina porque los argentinos no comen vidrio y no quieren volver a un pasado sórdido, que nos condujo a la decadencia.