El médico, graduado en la UBA y con un magíster en Harvard, abandonó su cargo como secretario de Promoción de la Salud para ocupar el sillón de su ex jefe, el saliente ministro Jorge Lemus, quien acompañó a Macri desde el primer minuto de su gestión al frente de la Ciudad de Buenos Aires.
“Tenemos el presupuesto necesario”, dijo Rubinstein, para luego plantear los objetivos que pretende llevar a cabo desde la cartera de salud: “El primero es acercar los servicios de salud a la gente y la estrategia va ser seguir con la implementación de la cobertura universal de salud.
“El segundo, será cerrar las brechas de inequidad que todavía existen particularmente en la población más vulnerable y tratar de que todos aquellos, independientemente de su cobertura sanitaria o donde vivan, tengan la misma calidad de atención. La tercera meta estará puesta en fortalecer la prevención, particularmente de aquellas nuevas enfermedades que afectan cada vez más a los pobres como la mal nutrición y la obesidad”.
Todavía se encuentra en “pleno proceso de selección” de los funcionarios que lo acompañarán en su gestión, en la que promete “ordenar” el sistema de salud y una “jerarquización del personal” para espantar ideas de achicamiento como sí se verán en otras dependencias estatales en los próximos meses, según le contó a periodistas acreditados de la Casa Rosada.
Por último, dijo que con Lemus llevaron adelante “una transición sumamente ordenada” y lamentó que al saliente sanitarista le haya tocado “la peor parte” al recibir “una gestión que venía con muchísimos problemas del Gobierno anterior” y tuviera que “remontar” una situación “muy difícil”.