El secretario General de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, confirmó que desde esta medianoche y hasta las 0 del martes los colectiveros y trabajadores del subte realizarán un paro de actividades, en rechazo a la falta de respuestas a los reclamos de aumentos de salarios por encima del 30 por ciento y una reducción en el impuesto a las Ganancias que pagan los afiliados al gremio.
“No fuimos escuchados por la presidenta (Cristina Kirchner), así que el paro se va a realizar”, afirmó el dirigente sindical en radio Mitre. Tras advertir la existencia de “reclamos pendientes sin soluciones”, Roberto Fernández confirmó la adhesión de su sindicato a la protesta que anunció el jefe de la CGT opositora Hugo Moyano y el resto de los gremios del transporte.
Según Fernández, “al Gobierno parece que le gusta que hagamos un paro” y resaltó que no habrán desde las 0 de esta medianoche y hasta el último minuto del martes 9 de junio colectivos de corta, media y larga distancia, como así también el servicio de subte -donde un parte importante, que rechaza al sindicato de base, los metrodelegados, está afiliada aún a la UTA- estarán afectados a la medida de fuerza.
Desde la administración kirchnerista hubo en las últimas horas gestiones ante varios gremios para forzar una negociación que impidiera que rubros clave del transporte público se sumaran a la medida de fuerza. De hecho, encumbrados funcionarios nacionales admiten que la falta de colectivos, trenes y subtes -como ocurrirá mañana- garantiza de antemano el éxito de cualquier huelga nacional.