El canciller Héctor Timerman anunció que el Gobierno reiteró el pedido a los Estados Unidos para incluir el tema del atentado a la AMIA en las negociaciones que ese país lleva adelante con Irán.
En una exposición ante la prensa en la Casa de Gobierno, el funcionario leyó la carta que envió al canciller estadounidense John Kerry, similar a una misiva que también le mandó al ministro de Asuntos Externos de Israel, Avigdor Lieberman.
“La Argentina lamenta que su gobierno no haya aceptado nuestro pedido que la causa del atentado a la AMIA sea incluido en las negociación con Irán, tal como lo solicitamos por escrito el día que se hicieron públicas. Hoy vuelvo a solicitarle que la causa AMIA sea incluida en las negociaciones”, señaló Timerman.
Timerman indicó que citó a los embajadores de los Estados Unidos, Noah Mamet y del Estado de Israel, Dorit Shavit, para hacerles entrega de las notas dirigidas, respectivamente, a Kerry y Lieberman.
“La Argentina ve con preocupación las divergencias de su gobierno y el Estado de Israel sobre las negociaciones para concluir un acuerdo que reduzca las tensiones sobre temas nucleares entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania y la República Islámica de Irán”, expresó el comunicado enviado a Kerry, similar al remitido a Lieberman.
“La Argentina, cabe recordar, lamenta que su gobierno no haya aceptado nuestro pedido que la causa del atentado terrorista a la sede la mutual judía (AMIA) sea incluido en las negociaciones con la República Islámica de Irán, tal como se lo solicitáramos por escrito el mismo día que se hicieron públicas las negociaciones que hasta entonces había sido mantenidas en secreto”, prosiguió el texto.
“Hoy vuelvo a solicitarle que el tema de la AMIA sea incluido en las negociaciones” con Irán, señala Timerman, quien recordó que el Poder Judicial “aún no ha logrado detener, juzgar ni condenar a los perpetradores de tan aterrador hecho”.
A su vez, recordó que el atentado a la Embajada de Israel de 1992 “recayó en la Corte Suprema de Justicia” la que “hace años que no informa de ninguna actuación o avance en la investigación”.
El texto finaliza al sostener que la Argentina “no tiene ningún interés estratégico, ni militar, ni de inteligencia y menos de espionaje en la zona de Medio Oriente”.