El bloque de legisladores de Unidad Ciudadana de la Legislatura porteña presentó este lunes, en el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, una impugnación ante la designación de Carlos Kevorkian al frente de la Policía de la Ciudad.
Los fundamentos de dicha acción se basan “en el historial represivo tanto de la Policía de la Ciudad como de la Policía Metropolitana, fuerzas en las que Kevorkian ocupó lugares jerárquicos y de conducción al momento de intervenciones violentas: represión y detenciones tras las manifestaciones por Ni Una Menos y por la aparición con vida de Santiago Maldonado“, durante las movilizaciones en contra de la reforma previsional, según explican desde su cuenta oficial de Facebook, al tiempo que nombraron también la “represión a médicos y trabajadores del Hospital Borda y también a periodistas durante el desalojo de la Sala Alberdi” hace ya algunos años.
En esta publicación también argumentan que tampoco el pasado de Kevorkian en la Policía Federal está exento de situaciones polémicas. El 25 de junio de 2005 estuvo a cargo del operativo de seguridad del partido entre Chacarita y Defensores de Belgrano, que se jugó en la cancha de Huracán. Ese día, Fernando Blanco murió luego de recibir una brutal paliza por parte de la policía.
En la nota dirigida al ministro de Seguridad de la Ciudad, los legisladores detallan irregularidades en la presentación de antecedentes al momento de trasladar a Kevorkian de la Policía Federal a la Policía Metropolitana y expresan que “en la Comunicación publicada en el Boletín Oficial, se consignan los antecedentes pero no se detalla los años en que prestó servicios en cada dependencia”.
Desde Unidad Ciudadana también denuncian la intención de obturar la participación amplia de los porteños al intentar llevar adelante la designación en el mes de enero a pesar que la fuerza se encuentra sin Jefe designado desde el mes de abril de 2017, lo que “atenta contra otro de los principios rectores del Sistema Integral de Seguridad como es la transparencia.”
Por último, la impugnación también se justifica por la cercanía que tuvo Kevorkian con los anteriores jefes de la Policía porteña: Jorge Alberto “Fino” Palacios, Osvaldo Chamorro y José Potocar, quienes debieron dejar el cargo por estar implicados en escuchas ilegales, brutales represiones y cobro de coimas.