Fuentes judiciales informaron a DyN que la clausura fue levantada porque había sido dictada al solo efecto de preservar las pruebas hasta que se realizara una inspección en el lugar, lo que ocurrió el viernes por la tarde.
Una nueva clausura podría ser ordenada por el Gobierno de la Ciudad, por el Comité de Seguridad o más adelante por la Justicia porteña si constata que hay un riesgo estructural en la cancha de Boca que impida que allí se puedan jugar partidos, explicaron las fuentes.
En tanto, la fiscal Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires Valeria Lacman comenzó a analizar los videos y las cámaras de seguridad que tomaron el partido y los elementos secuestrados en la inspección, como pirotecnia y las botellas arrojadas por los plateístas de Boca al campo de juego.
La Justicia hará peritajes sobre la pirotecnia y las botellas para detectar huellas digitales y analizará los videos para identificar a las personas que tiraron los elementos a la cancha.
Sobre las cámaras de seguridad buscarán determinar el ingreso de barras y público en general que saltó los molinetes.