La negociaciones corren a contrarreloj. El presidente Javier Milei pidió -desde Davos- que el oficialismo avance en obtener un dictamen el próximo lunes a favor de la controvertida Ley Ómnibus. El objetivo del Ejecutivo es poder sesionar antes del paro de la CGT del miércoles 24.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, junto a su asesor, Lule Menem; la vicepresidenta, Victoria Villarruel, y el autor de la iniciativa, Eduardo Rodríguez Chirillo, apuran las conversaciones para armar “el proyecto del dictamen”, es decir, aquella versión modificada de la iniciativa.
Apurado por dar una señal de fortaleza política antes del paro, Milei aceleró durante los últimos días los guiños a sus aliados del Pro, de las fuerzas provinciales anti K y del bloque de Hacemos Coalición Federal que conduce Pichetto con la Coalición Cívica de Elisa Carrió. En la bancada de La Libertad Avanza (LLA) quieren obtener dictamen entre mañana y el próximo lunes (inclusive), para llamar a sesionar sobre tablas, a más tardar, el martes.
Hubo versiones de una eventual tratamiento este sábado o domingo, pero el reglamento impediría la posibilidad de debatir por fuera de la semana hábil.
En el mejor de los escenarios para el Gobierno, la sesión tendría lugar, como mucho, el martes, pero no descartan hacerla el mismo miércoles, cuando los militantes de los gremios de la CGT, organizaciones sociales, los partidos de izquierda y asociaciones civiles críticas estén reunidos en la Plaza de Mayo para protestar contra el “paquetazo” de Milei, como llama el FIT a la ley Bases.
El primer paso para avanzar es presentarle a la oposición el documento reformado, que ya fue redactado. Este jueves, Francos, Caputo y Menem se reunirán con los líderes opositores aliados para mostrarles la lista con los puntos modificados y recibir el visto bueno final.
Para llegar a este punto, durante los últimos días se multiplicaron las reuniones con propios y ajenos. El miércoles Francos se vio en persona, por primera vez desde la asunción, con el titular del bloque del Pro, Cristian Ritondo. El influyente diputado venía presionando, con disimulo, para que lo recibiera un representante del Ejecutivo, en calidad de representante del ala “rebelde” de los amarillos. El ministro, que estaba decidido a mantener el diálogo con los legisladores en el marco del Congreso -supuestamente para no pisarse con Menem-, terminó accediendo.
Fue una reunión de peso porque Ritondo, alineado en la tropa de Mauricio Macri, había quedado golpeado tras la decisión de Milei de designar a un libertario al frente de Diputados, desoyendo los pedidos velados del ex presidente para quedarse con ese relevante lugar. Desde aquel revés para el Pro, el diálogo con el Ejecutivo había quedado suspendido. Según dejaron trascender desde ambos lados, hubo buena sintonía y predisposición para acompañar, siempre que se incluyan las modificaciones pedidas. Esta tarde, en los despachos de Pro, liderados por Ritondo, estaban escribiendo a contrarreloj la variante de los artículos.
“Vamos a dar dictamen y al día siguiente o al otro a más tardar vamos a sesión. En dos días puede estar”, dijeron en el bloque de La Libertad Avanza. De esta manera, el debate en el recinto podría tener lugar el martes o el mismo miércoles, cuando los gremios de la CGT, organizaciones sociales, los partidos de izquierda y asociaciones civiles se movilicen.