La Ley Ómnibus en la que los equipos de Javier Milei trabajan en secreto aterrizará en el Congreso horas después de la asunción del presidente electo: el lunes 11. No será un paquete de leyes, sino un mismo texto que incluirá todas las modificaciones y se espera que ingrese por Diputados. En esa Cámara imaginan un debate en plenario de comisiones, lo antes posible.
La ley incluiría la reducción del Estado. No solo porque el organigrama se va a reducir de 18 a 8 ministerios. Sino porque dentro de esos esquemas también habrá poda de secretarias y direcciones. Dentro del esquema de recorte se especula con que se sienten las bases necesarias para avanzar en el futuro con las privatizaciones de empresas del Estado.
También se espera que la norma incluya un paquete para desregularizar la economía y que en ese sentido se plantee la derogación de numerosas leyes vigentes.
Sobre el capítulo de infraestructura se plantearía también la estructura legal para poder pasar a un sistema de de financiamiento privado “a la chilena”, como dice Milei.
Esta semana se conoció que la idea es incluir un capítulo electoral, para suprimir las PASO; un punto que podría acercarlos a muchos gobernadores que también quieren eso.
También propone una serie de reformas secuenciales que incluyen, en primer lugar, la reducción drástica del gasto público, con la supresión de subsidios y de la obra pública como prioridades, además de la privatización de múltiples empresas hoy en manos del Estado.
A su vez, Milei propone la “modernización laboral”, que significaría un modelo “como el que tiene implementado la UOCRA, con un esquema de seguros de desempleos con mayor profundidad financiera”. Por supuesto, el esquema también abordaría las condiciones para una apertura comercial unilateral.
Un reciente informe de la consultora LCG proyectó, para este año, un déficit del 2,7% del PBI, casi un punto por arriba de la meta comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del 1,9%. Y según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, para alcanzar la llamada “armonía fiscal” se requiere una caída de al menos el 25% del gasto primario actual, el equivalente a casi cinco puntos del PBI.
Negociaciones para la aprobación
La vicepresidenta, Victoria Villarruel volvió el martes a la Cámara Alta para mantener una serie de reuniones, con el objetivo de cerrar un acuerdo que le permita alcanzar los 37 votos en la sesión convocada para este jueves y, así, desplazar a las actuales autoridades peronistas del Senado.
Sobre un total de 72, el Frente de Todos tendrá desde la semana que viene tiene 33 senadores; Juntos por el Cambio, 24; La Libertad Avanza, 7; y el peronismo disidente, 3.
En principio, Villarruel contaría con los 7 propios y con los 24 de Juntos por el Cambio (JxC). La cuenta da 31. Aún le faltarían 6 para alcanzar la mayoría. Eso es lo que está buscando cerrar contra reloj.