Los siete gremialistas de ATE demorados tras la agresión a Mauricio Macri fueron liberados. Los sospechados recuperaron la libertad en las últimas horas.
El Presidente acusó que “lo que hacen estas minorías violentas está mal” y pidió “un proceso que termine condenándolos”. En cambio, el fiscal general de Neuquén, José Geréz, quien investiga el hecho, aseguró que el cruce entre la comitiva presidencial y los manifestantes en Villa Traful “fue algo casual”, con lo cual descartó la posibilidad de que el hecho haya sido producto de una suerte de emboscada o una agresión premeditada.
Sin embargo, los demorados aún continúan bajo la lupa de la Justicia luego de un allanamiento en el que se secuestró elementos que podrían vincularlos con el ataque al Presidente en Villa Traful, Neuquén. Carlos Quintriqueo, jefe de ATE en la provincia, admitió que el sindicato se manifestó contra el Presidente pero negó que militantes de la agrupación hayan tirado piedras.
Según consignaron medios locales, se allanó una cabaña donde se alojaban las personas que habrían arrojado las piedras contra el vehículo que trasladaba a Macri.
Se secuestraron una moto y dos automóviles, un Peugeot 2008 negro y un Gol Power verde, en busca de elementos vinculados con la agresión, consignó el Diario Río Negro.
El incidente se produjo en la localidad neuquina de Villa Traful, donde Macri interrumpió sus vacaciones para participar en la inauguración del Centro de Interpretación e Información Turística local junto al gobernador Omar Gutiérrez.