La organización social Libres del Sur junto al Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) elaboran un proyecto que tiene el objetivo de preservar la nutrición de los hogares más humildes ante un escenario de altísima inflación. Noticias Urbanas (NU) dialogó con Isaac Rudnik, director del instituto, quien explicó que la principal misión del proyecto es el congelamiento de precios por un año de los 57 productos que componen la canasta básica. “De esta manera, vamos a defender la comida de los hogares de menos recursos”, aseveró Rudnik.
Este proyecto no es reciente. Silva Saravia, referente nacional de Libres del Sur, dialogó con NU y explicó que podrían presentarlo ahora por el tedioso proceso que tuvieron que atravesar. “Desde hace mucho tiempo, venimos exigiéndole al gobierno que implemente medidas para combatir la inflación”, detalló Saravia quien además contó que intentaron acercarle a Martín Guzmán, Ministro de Economía de ese entonces, un informe con medidas antiinflacionarias que ya existen, pero nadie aplica . Ante este escenario de no respuesta, la referencia de Libres del Sur entendió que la única solución era salir a las calles y hacer uso de la iniciativa popular que está vigente en la Constitución desde la reforma de 1994.
Para que una iniciativa popular pueda ser tratada en el Congreso, debe estar respaldada por firmas que correspondan al 1,5% del padrón electoral federal. Y una vez que las autoridades legislativas reciban estos proyectos, están obligadas a tratarlos en el recinto. Libres del Sur modificar juntar esta cantidad de firmas e incluso validarlas. “Hace dos semanas, fuimos a la Mesa de Entrada del Congreso para presentar el proyecto que tanto tiempo nos costó hacer y nos encontramos con una puerta cerrada con candado”, sostuvo Saravia. “Nos chocó porque es una puerta que suele estar abierta y además, ya habíamos hablado con Cecilia Moreau”. NU intentó obtener una declaración del Presidente de la Cámara de Diputados, pero tampoco ofreció una respuesta.Según la referencia de Libres del Sur, esto habla de la falta de empatía que tienen los representantes por los problemas que realmente preocupan a los ciudadanos.
De acuerdo con Laura Lonatti, Coordinadora Nacional del Área de Salud Colectiva del (ISEPCi), 4 de cada 10 niños sufren de desnutrición. Y lo que es aún más preocupante, esto afecta particularmente a las segundas infancias (niños entre 6 y 10 años de edad). Según Lonatti, esto se debe a que solo recibe un plato de comida por día y que éste suele estar compuesto por alimentos que no aportan la cuota proteica y nutricional necesaria. “Su principal fuente de comida proviene de los comedores escolares o merenderos”, relató Lonatti. Saravia detalló que los insumos que proveen el Estado para estos establecimientos deja mucho que desear. “Son kilos y kilos de polenta o papa”, sostuvo Saravia.“Hay un desprecio y un total desinterés hacia las clases bajas”, afirmó el referente de Libres del Sur.
Lonatti sostuvo que hay una creencia incorrecta sobre lo que es la desnutrición y que por eso, no repercute tanto en la opinión pública como la desnutrición. De acuerdo con la coordinadora del instituto, hay un imaginario colectivo que afirma que una persona con contextura gorda está bien alimentada. “Por eso, son tan importantes estos indicadores de déficit nutricional”, explicó Lonatti. “Son necesarios para situaciones mostrar de vulneración de derechos que muchas veces son invisibilizadas”, ratificó. Estos indicadores se basan en dos dimensiones: la supresión de las comidas y la reducción de las porciones. Lonatti aclara que por más que no se llega a desnutrición, la malnutrición no solo implica ingerir alimentos bajos en nutrientes.“Como el acceso a la comida está tan restringido, las familias comienzan a reducir la cantidad de comidas por día y las porciones que sirven para que puedan alcanzar a todos y por más días”, aseguró Lonatti.
Además del desinterés que presenta el gobierno, otro elemento que no coopera con el avance de estas causas es el rol de las principales organizaciones sociales. “Como organización social, no podés defender un gobierno que ataca a quien supuestamente representa”, apuntó Saravia. La referencia de Libres del Sur ilustró esta situación con el caso de Juan Grabois que recientemente, se presentó como potencial candidato del Frente de Todos. “Ahí queda expuesto que en realidad muchos de los que están ahí, tienen aspiraciones políticas para un grupo y no para el conjunto de la población. No son el ejemplo a seguir y además hacen mucho daño”, declaró Saravia.
En este contexto de falta de empatía, ¿queda alguna esperanza de cambio? Para Saravia, el hecho de que la inflación golpea a todos debería ser el motor para que toda la ciudadanía actúe en pos de reducirla. Por otro lado, el director del ISEPCi habla de la importancia de suplir esta situación desde el punto de vista de las consecuencias anímicas que genera. “Con esta altísima inflación que se vienen los salarios, las personas están en un estado de constante imprevisibilidad”, aseguró Rudnik. “Van al supermercado sin saber si van a poder comprar lo mismo de la semana pasada”, agregó.
En una Argentina donde abundan los egos, el horizonte inflacionario parece no tener fin. Sin una política integral que afecta a todas las causas de esta imparable subida de precios, la pobreza y la indigencia están destinadas a multiplicarse. Quizás, se encuentre la clave en estas elecciones.