“Sentí las patadas en el alma“, así describió el papa Francisco lo que padeció cuando se enteró sobre los linchamientos, en particular lo ocurrido en Rosario, el primer antecedente reciente de las prácticas violentas de parte de los vecinos. Mientras tanto, y en Recoleta, este martes volvieron a linchar a un motochorro. Actualmente está hospitalizado.
El sumo pontífice expresó que “no era un marciano, era un muchacho de nuestro pueblo”. “Me acordé de Jesús; ¿qué diría si estuviera de árbitro allí?: el que esté sin pecado que dé la primera patada”.
“Me dolía todo, me dolía el cuerpo del pibe, me dolía el corazón de los que pateaban”.
Según indicó, “el delito no se combate con revanchas ni barrotes, sino con inclusión social, con una casa por familia, con comida, y sin sumisión a la tiranía del dinero”.
Fuera de esta situación y en el ámbito porteño, un hombre de apodo “huija” terminó en el hospital Fernández luego de que vecinos del barrio porteño de Recoleta le dieran una paliza después de que le robó a una mujer, junto con un cómplice que logró escapar.
Fue en el cruce de las avenidas Callao y Del Libertador.
Los voceros explicaron que un transeúnte que advirtió el asalto corrió al ladrón y lo alcanzó, tras lo cual lo golpeó varias veces para que no escapara.
Los informantes indicaron que el maleante cayó al piso y en ese momento otros dos vecinos que pasaban por el lugar lo atacaron a golpes.