El 79% de las mujeres que respondió la encuesta nacional sobre violencia de género de hace tres meses, admitió que fue tocada o apoyada alguna vez en un transporte público sin su consentimiento. Los casos se suman y estremece el nivel de perversión que las mujeres viven a diario solo por el hecho de ser mujer.
Este viernes, un hombre acosó a una mujer en el tren Roca: se masturbó y eyaculó sobre ella. Luego de estar paralizada por el miedo, comenzó a gritar y a pedir ayuda desesperadamente.
El escándalo se produjo en la estación Longchamps. Tras el llamado de alerta de la mujer violentada, los usuarios del servicio respondieron rápidamente para atrapar al hombre, a quien arrinconaron. Solo la intervención de la policía evitó un linchamiento.
Testigos de la escena señalaron que el degenerado “estaba todo manchado y agitado” y huyó, hasta que lograron pararlo en las inmediaciones de la estación. “Lo molieron a golpes y sólo los policías que estaban a pocos metros lo salvaron de que lo mataran. Luego se lo llevaron a la comisaría de Longchamps”, afirmaron.
El abusador lloró ante la policía cuando era detenido. Lejos de conmoverse, los vecinos y trabajadores de la zona que colaboraron con la detención descargaron una catarata de insultos sobre él.