Lo que dejó la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20

Lo que dejó la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20

El G20 dejó importantes definiciones para la Argentina y su relación con el mundo.


El presidente Mauricio Macri marcó la importancia de que el G20 “ponga las necesidades de la gente en primer plano” con un “enfoque profundo en la equidad y en la sostenibilidad”, y convocó al trabajo conjunto para convertir el foro en un “mecanismo eficaz” frente a los desafíos del siglo XXI, al cerrar la cumbre de ministros de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales, con alusiones también a las “transformaciones” que impulsa su administración.

También dejó en claro que Argentina llevará adelante la Presidencia del G20 “con una visión del sur” que refleje la actualidad sudamericana: “Una región de paz y en desarrollo que tiene mucho para aportar, tanto en seguridad energética como en seguridad alimentaria”. Durante su alocución, se alternaron tanto definiciones sobre la agenda mundial como un fuerte mensaje sobre las transformaciones que viene llevando el país para “insertarse al mundo”.

Al hablar sobre la Argentina, Macri dijo que el país está transitando “una nueva etapa que invita al entusiasmo” porque “hemos decidido integrarnos al mundo y emprender un camino de crecimiento con reformas graduales” que nos va a llevar a “resolver los problemas de pobreza que hemos acumulado durante muchos años”.

“Las transformaciones que estamos haciendo están dando sus frutos“, señaló, para luego precisar que la economía doméstica “está creciendo, traccionada por la inversión” y agradecer “el voto de confianza que nos han dado a través del sector privado internacional y del privado local”.

También destacó el impulso a la producción de energía, tanto a nivel de gas como de petróleo convencional y energías renovables, y la puesta en marcha de la minería responsable, el sector agroindustrial, el automotriz y el impulso del turismo doméstico que contribuirá a “desarrollar nuestro país de una forma muy federal”.

Sobre la Presidencia del G20, a cargo de la Argentina, señaló que es “uno de los mayores desafíos de nuestra historia” y agregó que lo “hemos asumido con orgullo y con humildad y lo estamos haciendo como mediadores de buena fe, fomentando el consenso y el diálogo”.

“Hemos presentado una agenda basada en tres ejes: el futuro del trabajo, el desarrollo de la infraestructura imprescindible y la seguridad alimentaria”, detalló sobre la “visión del sur” que quedara luego reflejada en el documento final de la primera cumbre del año, que consideró de “suma importancia” con vistas a la Cumbre de Líderes de fin de año que “nos permitirá avanzar en resultados concretos para el bienestar de nuestra gente”.

Macri sostuvo que el G20 ha sido “eficaz” para salir de la “crisis financiera” del 2008 porque “ganó la cooperación” entre todos los países para “evitar un colapso global que hubiese sido realmente trágico” y pidió “recuperar aquel sentido de urgencia” para “construir consenso para un desarrollo equitativo y sostenible”.

Según confían en Casa Rosada, Macri aprovechará la Presidencia del G20 para constituirse como un líder mundial, teniendo en cuenta el gran desafío que implica recibir en Buenos Aires a los líderes más importantes del mundo para la Cumbre de presidentes de noviembre, el corolario de la presidencia argentina al frente del foro multilateral.

Vendrán a la Argentina Donald Trump (Estados Unidos), Vladimir Putin (Rusia), Emmanuel Macron (Francia), Theresa May (Gran Bretaña), Angela Merkel (Alemania), Shinzo Abe (Japón) y Xi Jinping (China) por nombrar sólo algunos.

El primer mandatario habló frente a, entre otros, el titular del Banco Mundial, Jim Yong Kim, a quien había recibido un día antes en Casa Rosada, y la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que estuvo con él en la Residencia de Olivos en una reunión en la que elogió tanto el “liderazgo” argentino al frente del G20 como las “importantes reformas” que se vienen llevando adelante y el “modo balanceado” en el que se llevaban adelante las “políticas que cuidan a los que más lo necesitan”.

Por otro lado, durante su paso por Buenos Aires, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el club de países al que quiere ingresar Macri, emitió un duro diagnóstico sobre la economía argentina en el que recomendaba “acelerar las reformas estructurales” para “mantener un crecimiento sólido, verde y más inclusivo tras la actual recuperación cíclica”. Sin embargo, desde el Palacio de Hacienda optaron por subrayar el reconocimiento de la organización al “´ímpetu reformista” del gobierno de Cambiemos, tras la presentación del informe “Apuestas por el Crecimiento” que el titular de la OCDE, Ángel Gurría, presentara junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en el marco del G20. “En Argentina se están haciendo reformas muy importantes y valiosas, invirtiendo no solo en capital físico y financiero sino también político para llevar adelantes sus reformas”, dijo el mexicano.

Dujovne mantuvo una serie de reuniones con un objetivo que Macri considera primordial: la alianza comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, que hoy está trabada por Francia.  aunque esta vez no haya habido avances concretos sobre un acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, trabada hoy por Francia, que no quiere permitir el ingreso de productos agrícolas. Es que apenas arribó a Buenos Aires, el ministro francés Bruno Le Maire, había dicho que las negociaciones estaban “bloqueadas” pero luego tuvo que aclarar que “su español no era bueno” y que quiso decir que ambos bloques estaban “en un proceso de negociación”. Desde Argentina, abunda el optimismo, explícito en la voz de Nicolás Dujovne.

La política económica de Estados Unidos fue otro de los ejes que atravesó toda la cumbre. Es que el mandatario republicano había anunciado aranceles del 25 por ciento al acero y del 10 al aluminio, generando un repudio generalizado de los líderes mundiales. Y es por eso que su Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, se llevó todas las miradas durante la Cumbre, donde desafiante dijo que su país no tiene miedo de ir a una guerra comercial. Argentina, en particular, reafirmó su pedido de excepción arancelaria, tal como lo había hecho el propio Macri hace unas semanas en un llamado telefónico con Trump, y el funcionario norteamericano dijo que el pedido “está en consideración”.

Según el Gobierno, el balance de la primera de cumbre es positivo porque ha logrado a través de su presidencia incorporar la “visión del sur” y sus aportes en el documento final, pero también porque la mirada del mundo se posó sobre la Argentina durante estos días, algo que se replicará a lo largo de todo el año y que se potenciará en la última cumbre con los líderes mundiales. Como anfitriones, Argentina tiene la posibilidad de generar mayor cercanía con sus invitados y de generar reuniones bilaterales que se traduzcan en una mayor inserción mundial.

La cumbre realizada en Buenos Aires, la primera de cinco que se van a desarrollar a lo largo del año en el país, reunió durante dos jornadas a 22 ministros de Finanzas, 17 presidentes de Bancos Centrales y 10 titulares de organizaciones internacionales.

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