En el peronismo existe una sola convicción primordial, que surge del análisis de lo que ocurrió el domingo último: nada sobra, por lo que sólo el llamamiento urgente a los que eligieron la diáspora puede resolver lo esencial. ¿Qué es esto, tan fundamental, entonces? La respuesta es simple: sumar voluntades, no sólo para que todos acudan a las urnas, sino para reconstruir un proyecto político que los lleve de nuevo al poder.
La falta de liderazgos nacionales juega en contra de este último aserto, pero en la Provincia de Buenos Aires ya hay movimientos telúricos que preanuncian algunos realineamientos en el camino hacia el 22 de octubre próximo.
Existen algunas pistas, por ahora sólo visibles para los rastreadores expertos, pero que en los próximos días quedarán a la vista del público.
Uno: Trascendió que ya hubo una reunión entre Jorge Taiana, Fernando “Chino” Navarro y Emilio Pérsico, que denuncia el estado de dispersión en el que quedó el espacio Cumplir, que lideró hasta el domingo Florencio Randazzo. Es dable suponer que los líderes del Movimiento Evita buscan reacercarse al peronismo. El magro cinco por ciento obtenido conspirará contra la unidad del espacio, que contiene a los peronistas que buscan un liderazgo alternativo al que ejerce Cristina Fernández de Kirchner.
Dos: El senador Juan Manuel Abal Medina expresó en un programa del canal de noticias LN+ que “me da un poco de risa cuando escucho a algunos de ese espacio político decir que nos bajemos, es poco serio“. Lo que Abal Medina no dijo es que el solo hecho de desmentir una noticia es que la posibilidad que se niega…en realidad existe.
Tres: Uno de los intendentes más lábiles a la hora de unirse a Randazzo, Juan Zabaleta (Hurlingham), convocó a una cumbre a sus colegas, en la que se planteará la posibilidad de que el exministro de Transporte baje su candidatura en octubre.
Cuatro: No habrá ofrecimientos para que Sergio Massa abandone su opción en octubre, pero ya comenzó la danza de seducción hacia algunos de sus adláteres. Esto viene a cuento por la crisis en la que quedó sumido el espacio, al que la alianza con Margarita Stolbizer no le sumó nada. Al contrario, es posible que le haya quitado puntos en la evaluación final.
Cinco: La candidata Dulce Granados fue la que dio el primer paso. El mismo domingo a la noche convocó “la unidad de todo el peronismo del distrito”, incluyendo a sus rivales de La Cámpora, a los que les ganó de manera contundente, ya que logró hasta ahora -Ezeiza es uno de los distritos “inconclusos”- el 75 por ciento de los votos, contra el 10 por ciento de los jóvenes. Granados es la esposa del intendente del distrito, Alejandro Granados, que planteó el alejamiento de Cristina hace un año, pero ahora sería uno de los que volvió al redil. En otros distritos, el peronismo se encuentra abocado a la ciclópea tarea de recoger a los heridos y acercar a los que se alejaron. El trabajo será difícil, pero es imprescindible para Unidad Ciudadana y ellos lo saben.
Estas serían algunas de las variables sobre las que trabajarían los operadores de Unidad Ciudadana, aunque deberán competir ferozmente en este terreno con los hombres de la gobernadora, que se disponen a arar en la misma trilla. Bajar a Randazzo tampoco sería posible, ya que el plan original de Cambiemos es que siga allí, quitándole la mayor cantidad de votos posible a la expresidenta.
Paralelamente, quizás le iría mejor a Unidad Ciudadana si sus arrabales -1País y Cumplir- pelearan entre sí y se debilitaran mutuamente. Pelear, en este caso, no significaría atacarse mutuamente, sino disputarse los votantes y las esquinas y dificultarse uno al otro la campaña.
No mucho más podría hacer Unidad Ciudadana para crecer por afuera. Su tarea principal para octubre sería bucear en su propio electorado, que en algún momento dudó del resultado y votó en su periferia. Esto, porque los votos perdidos difícilmente regresen. Solamente si la economía cayera, habría un inverso crecimiento en los votos de UC.
Por su parte, la hasta ahora exigua diferencia entre Cristina y Bullrich podría agrandarse hacia uno u otro sector, por lo que la estrategia futura incidirá directamente en el resultado. La clave para ambos será seducir a los que se resistieron a votarlos en las PASO.