Lopérfido: “Las publicidades de FPT son casi neofascismo”

Lopérfido: “Las publicidades de FPT son casi neofascismo”

El flamante director del Teatro Colón y ex funcionario durante el gobierno de la Alianza cuestionó la política cultural y de comunicación del kirchnerismo. "Deterioró la cultura como concepto", afirmó


El director del teatro Colón, Darío Lopérfido, expresó que el kirchnerismo “deterioró la cultura como concepto”. “Cuando perseguís a los periodistas que piensan distinto a vos, cuando hacés simulacros de juicios públicos, cuando hacés las publicidades de Fútbol para Todos, que son casi neofascismo, por más que hagas una gestión que tenga aciertos y errores, producís un deterioro troncal en la cultura de un país”, argumentó.

En diálogo con La Once Diez, el ex funcionario aliancista durante la presidencia de Fernando De la Rúa, recordó que “hubo momentos donde un montón de fanáticos repitieron como loros pavadas para que Vargas Llosa no abra la Feria del Libro, cuando es el premio Nobel de literatura y acababa de escribir un libro que reivindicaba a un hombre que defendió a los habitantes del Amazonas cuando los explotaban como esclavos para sacar el caucho”.

En el mismo sentido, opinó que el kirchnerismo presenta de forma reduccionista a la figura de Domingo Sarmiento: “Cuando el canal Paka-Paka pone a Sarmiento como una especie de señor malo que quiere pegarle a Quiroga, que es un señor bueno, se resume todo con un nivel de tontería grande. Yo no estoy haciendo una reivindicación sarmientista, pero lo que representó su pensamiento es mucho más que esa pavada”.

Asimismo, observó que “en todos los regímenes populistas el Gobierno ampara política o económicamente a fanáticos que se dedican a vilipendiar al que piensa distinto”. En el caso argentino, señaló que “vos podés hacer la mejor gestión cultural del mundo, pero tu política no puede ser gastar un dineral en hacer producciones de televisión que nadie ve para que actúen actores que adscriben a la idea del kirchnerismo”.

Al respecto, cuestionó que el año pasado el gobierno nacional no haya incluido en la delegación que viajó al Salón del Libro en París a escritores con un perfil opositor: “Era una vergüenza, parecía que todos los escritores buenos eran kirchneristas. Fue un papelón. Llevás a Forster y no llevás a Sebreli, a Caparrós, a Santiago Kovadloff, a Aguinis, a Beatriz Sarlo. ¿Por qué? Porque piensan distinto. Eso es malo”.

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