La legisladora porteña Lorena Pokoik (Frente de Todos), en diálogo con Noticias Urbanas, cuestionó con dureza a la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, por sus polémicas declaraciones sobre los docentes. La principal coalición opositora en la Ciudad pidió interpelar a la funcionaria de la administración de Horacio Rodríguez Larreta luego de que se conociera un video que la muestra diciendo que los institutos docentes están ideológicamente tomados por la izquierda.
-¿Por qué piden la interpelación de Acuña?
-La ministra debe dar explicaciones sobre la barbaridad que ha expresado. Incita a la persecución ideológica de los trabajadores de la educación y lo que hace es denostar la actividad que realizan muchos ciudadanos en términos de participación política y democrática. Acuña está fuera de órbita. Tiene que ir a la Legislatura y rendir cuentas.
-¿Considera que Acuña debería renunciar por sus polémicos dichos sobre los docentes?
-Creo que el jefe de gobierno debería pedirle la renuncia a la ministra de Educación como un gran gesto democrático.
-Desde Juntos por el Cambio defienden a la ministra y dicen que hay adoctrinamiento en los institutos docentes. ¿Qué opina?
-Hay una gran persecución por parte del gobierno de la Ciudad. Esto es muy grave y atenta contra la democracia. Es una persecución que el gobierno de la Ciudad ya demostró que la ejerce contra los estudiantes, criminalizando las tomas de escuelas o contra el instituto de formación superior docente, con el proyecto UniCABA. Este es un gobierno que le da la espalda a la comunidad educativa. Y lo que entienden como adoctrinamiento en las aulas no es más ni menos que la construcción de ciudadanía, del debate y de la escuela como un elemento central de la democracia, para formar ciudadanos libres.
Las declaraciones de la ministra Soledad Acuña están más vinculadas a una ministra de la dictadura que a una funcionaria de un proceso democrático, en términos de educación.
-¿La sorprendió la declaración de Acuña?
-Venimos advirtiendo hace muchos años las medidas persecutorias, estigmatizantes y discriminatorias con las que la ministra se refiere a estudiantes, integrantes de cooperadoras, docentes, sindicatos. Lo único que me sorprendió es la sinceridad. Es la primera vez que Acuña va de frente y dice lo que siente. Lo que piensa es terrible y atenta contra la democracia. Es un hecho muy grave.
-¿El gobierno nacional demora la vuelta de las clases presenciales?
-El gobierno nacional no lo demoró, la Ciudad lo aceleró. Eso es diferente. El gobierno nacional mide en función de cuestiones epidemiológicas, como primer factor. Luego, en las reuniones del Consejo se van evaluando y consensuando las formas de retorno de las clases presenciales. La Ciudad en todas las áreas y rubros ha adoptado medidas anti- cuarentena. Esto también se ve reflejado en la educación, con una insistencia constante para exponer a los trabajadores y trabajadoras, a los estudiantes y familias, sobre todo de los barrios populares, en un momento donde no estaban dadas las condiciones epidemiológicas.
-Según el Gobierno, la pandemia está pasando. ¿Deberían volver ahora las clases presenciales?
-Creo en lo que dicen las autoridades nacionales en términos epidemiológicos. Estamos en una fase distinta a la que estábamos hace unos meses, pero todavía no hay ninguna decisión del Consejo Federal de Educación respecto cómo va a ser el ciclo lectivo 2021, en función de la vacuna o la curva de contagios. Como dijo el ministro de Educación, Nicolás Trotta, en algunos lugares van a estar dadas las condiciones y en otros, no. Sería muy irresponsable, por parte de aquellos que no somos del campo de la epidemiología y no tenemos formación para tomar esas decisiones, que nos aceleremos en este sentido.
Este es un gobierno que le da la espalda a la comunidad educativa. Y lo que entienden como adoctrinamiento en las aulas no es más ni menos que la construcción de ciudadanía, del debate y de la escuela como un elemento central de la democracia, para formar ciudadanos libres.
-La Ciudad planea que todos vuelvan a clases.
-La Ciudad podría ir resolviendo la situación de cientos de miles de estudiantes que no han tenido la misma igualdad que el resto para acceder al sistema de educación. La ciudad más rica del país se convirtió en la ciudad mas injusta. Miles de hogares no han podido acceder a la escuela por un proceso de desinversión absoluto. Cada año se va desfinanciando más la educación. La educación pública está en un estado de emergencia en la Ciudad.
La ministra Acuña, en lugar de ocuparse de gestionar y construir soluciones en un año tan complejo, lo único que hace es estigmatizar, ofender a los que tienen vocación docente o se están formando en un instituto, para poder estar frente a un aula. Acuña debería gestionar y dejar de criminalizar. Por eso, creemos que debe presentarse ante la Legislatura a dar explicaciones.
-¿No les preocupa el impacto en la formación de los chicos este año sin clases presenciales?
-Tenemos que diferenciar: una cosa son las clases y otra la presencialidad. Este año hubo clases, lo que no hubo fue presencialidad. En todo caso no hubo clases para todos por la brecha digital.
El problema es que no hubo clases para todos y todas por la desinversión. La Ciudad no ha equiparado las condiciones para que todos puedan acceder de la misma manera al sistema. Por supuesto que todos queremos la vuelta a clases presenciales, es necesario. Creo que el mundo entero espera poder salir de esta pandemia y volver a situaciones de normalidad. Lo que no podemos hacer es que el sistema educativo entre en una burbuja, como si no hubiese una pandemia. Tenemos que ser extremadamente cuidadosos y tratar que los ministerios de la Ciudad y la Nación tomen las decisiones a tiempo, pero siempre protegiendo la vida, sobre todo.