El Gobierno dio a conocer los nuevos valores de los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, que impactan en los precios de naftas y gasoil. Los precios de los carburantes tienen a partir de este viernes un aumento promedio del 2,75%, que pudo haber sido mayor si se hubiese aplicado el incremento impositivo en su totalidad.
Sin embargo, la suba está sujeta a oscilaciones, ya que los impuestos son sumas fijas que se aplican a precios diferenciados según marca, localización geográfica y tipo de combustible.
El ajuste lo aplicará YPF y se espera que sea imitado por sus competidores Shell, Axion, Puma, Dapsa, Gulf y Refinor.
Precio de la nafta y el gasoil
Según el portal especializado Surtidores, los valores de referencia de los combustibles en la Ciudad de Buenos Aires pasaron a ser de $1.077 para la nafta súper, $ 1.332 para la premium, $ 1.092 para el gasoil 500 y $ 1.343 para el gasoil G3.
Desde que asumió Javier Milei en diciembre de 2023, la nafta súper subió 166,5%.
Incremento parcial
Al respecto, el presidente Javier Milei fundamentó el diferimiento parcial del ajuste, y se aplica solo una parte del aumento que habría correspondido por la inflación del primer y segundo trimestres de 2024.
La medida se dispuso mediante el decreto 973, publicado hoy en el Boletín Oficial, que indica que el Gobierno aún no concluyó con el proceso de incorporación de los aumentos que se fueron postergando desde fines de 2021.
Cómo se ajustan los impuestos
Desde marzo de 2018, los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono se ajustan con una periodicidad trimestral en base a la inflación anunciada periódicamente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Sin embargo, desde fines de 2021, la anterior administración del expresidente Alberto Fernández congeló la suma fija de los dos gravámenes, con sucesivas medidas en las que se postergaban los aumentos, que se fueron acumulando a lo largo de dos años.
Una de las primeras medidas tomadas por la gestión Milei fue la de ir actualizando paulatinamente esos ajustes postergados, una tarea que hasta el momento sigue vigente y se prevé finalizar a mediados de 2025, en función de la evolución de la inflación general.