El Frente de Todos preparó un manual de estilo para alinear a su tropa de cara a las Legislativas, en el que plantea la estrategia discursiva, el resultado al que apunta la coalición gobernante y los temas “prohibidos” que se deben evitar, para no espantar al voto no kirchnerista, entre los que está, como ítem excluyente, no atacar a Mauricio Macri.
El manual tiene 35 páginas y fue presentado en sociedad ante los 35 candidatos por la provincia de Buenos Aires y los 13 por la Ciudad en el Complejo Cultural C, en Chacarita, donde el Frente de Todos volverá a tener su búnker electoral.
El documento preparado por los estrategas hace algunas “consideraciones previas”. En principio, recuerda que “la mayoría de los oficialismos nacionales están en crisis o fueron impactados por la pandemia” y en consecuencia apela a la cautela: “Es una elección impredecible. Evitar triunfalismos y derrotismos”, reza.
Además hace hincapié en la necesidad de ajustar el enfoque de la contienda: “Más que de un plebiscito de la gestión, esta elección se trata de una oportunidad para renovar el compromiso electoral de 2019”.
Los mentores de la campaña ponen de manifiesto también que “el voto en legislativas es más expresivo que en ejecutivas”. Por eso, apuntan, “el mensaje negativo no alcanza” y “se necesita transmitir confianza para desalentar la fuga hacia terceros”.
El texto plantea que los candidatos cambien la lógica de responder acusaciones de opositores y de medios de comunicación y explica: “Es difícil generar entusiasmo defendiéndose. Es necesario darle más volumen a la agenda propia, salir del encierro discursivo y esquivar el marco opositor”. E insta a “reconstruir un mensaje positivo, optimista y a la vez realista, que reafirme que ya estamos recorriendo el camino hacia la vida que queremos”.
El manual da cuenta del objetivo que trazó la administración Fernández para la elección. La meta tiene tres desafíos: “superar el 40 por ciento a nivel nacional, alcanzar el 42% en Provincia de Buenos Aires y repetir resultados en las elecciones en el Senado”. Por eso, marca como “distritos prioritarios”, a Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Corrientes y Chubut, provincias en las que se renuevan las bancas para el Senado, junto a Catamarca, La Pampa y Mendoza.
Además plantean como desafío “persuadir a aquellos que a pesar de estar dispuestos a votarnos, todavía no están decididos” y a su vez “activar la desconfianza entre quienes podrían votar a Juntos por el Cambio pero a la vez rechazan la gestión de Mauricio Macri”.
Según puntualizan los estrategas de campaña, los desencantados “están insatisfechos con el resultado de la gestión”, pero “se muestran permeables a nuevas ofertas” ya que esperan que “finalizada la pandemia, pueda mejorar su situación económica personal”. De ahí que las principales voces del FDT se esfuerzan por hablar de la salida de la pandemia.
El Gobierno divide en tres al votante. El voto seguro, apunta, “ronda el 30%”. Y luego hay un “voto probable, que llega al 12%”, y un “voto posible” del 7%.
Entre los temas para convocar a ese voto probable y posible, figuran la economía, la salud y el rol del Estado, entre otros, pero hay otros tres que lo espantan y, en consecuencia, se sugiere no abordar: “Justicia, corrupción y política internacional”. Curiosidades de la política, el Presidente casi en paralelo a esa cumbre proponía evaluar fijar una duración del mandato de los jueces.
En cuanto a la narrativa, el Gobierno pide a los candidatos retomar la idea de futuro, a partir de un “optimismo realista”, para intentar que la gente “conecte la gestión presente con mejoras futuras. Hablar del futuro es empatizar. Empatizar no es sinónimo de llorar o enojarnos todos juntos: es ser capaz de entender al otro y proponerle una salida”.
También pregona un “contraste positivo”, que tiene como punto principal un mandamiento atípico para el kirchnerismo. “No ser agresivos: que de eso se ocupen canales paralelos. Cuando nosotros atacamos a Macri, lo volvemos más aceptable para quienes nos rechazan”.
En esa línea, sostienen que “Macri es el dirigente que genera rechazo, no (Patricia) Bullrich” y que “(María Eugenia) Vidal y (Horacio Rodríguez) Larreta miden bien”.
El brief también anticipa la estrategia para aplicar entre las PASO y las generales comienza el mismo 12 de septiembre al inidca: “Independientemente del resultado de las PASO es crucial no perder el tono en la noche electoral y no abandonar una estrategia centrada en el votante probable”, insiste, en un llamado a no envalentonarse. La sugerencia vale para un contexto de derrota: la premisa es no enojarse con quienes no votan por el oficialismo, sino redoblar los esfuerzos por persuadir al electorado.