Comerciantes afiliados a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) cortarán la intersección de las calles Nazca y Avellaneda, en protesta por la existencia de vendedores callejeros, que compiten con el comercio legal pero sin pagar impuestos.
Los empresarios tomaron “la decisión de seguir generando cortes en la intersección de las avenidas Avellaneda y Nazca, en el barrio de Flores, todos los miércoles”, declaró el presidente de la Cámara de Comerciantes Mayoristas e Industriales (Cadmira) y vocero de CAME, Vicente Lourenzo.
Lourenzo también anunció que cuando el conflicto con los puesteros de avenida Avellaneda “quede superado, vamos a hacer lo mismo en Once,
otro barrio muy afectado por la actividad ilegal. Se trata de los dos puntos más conflictivos de la Ciudad, pero la venta ilegal también está creciendo en forma alarmante en Rivadavia y Acoyte, en el barrio de Caballito”, denunció Lourenzo.
Para el comerciante, “tiene que haber una decisión política de prohibir la venta callejera ilegal en todos lados. Es que ese tipo de actividad está generando un perjuicio enorme al comercio legalmente instalado, porque no se puede competir con la venta ilegal, porque esa venta es por mucho menos precio. Y eso no es competir”.
El dirigente dijo que “si la gente tiene dificultad para caminar por las calles a raíz de los puestos, directamente no va a comprar en los comercios”.
Lourenzo además insistió en que “no queremos más shoppings en la Ciudad, porque tienen un impacto socio-ambiental muy fuerte”, para agregar
que la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), remitió una carta a los legisladores porteños para frenar la
construcción de ese centro comercial.