Para no desmentir su habitual suceder, la primera reunión de la paritaria docente de 2019 se inició con su habitual rispidez, debiendo ser sucesivamente suspendida y reanudada por un cruce de acusaciones e insultos entre uno de los sindicalistas y algunos asesores ministeriales.
De todos modos, aún está en cuestión que las clase comiencen, como estaba previsto, el seis de marzo. Las razones tienen que ver con el curso de las negociaciones, en las que existen grandes desacuerdos en el tema de la actualización salarial. Por parte del Gobierno, entretanto, adjudican la posible tardanza en la resolución de las diferencias a la posible candidatura de Roberto Baradel a diputado por el peronismo.
En cuanto a lo acontecido en esta ocasión, el Gobierno bonaerense propuso un ajuste mensual por inflación en enero, febrero y marzo, que luego pasaría a ser trimestral y se cobraría en junio, septiembre y diciembre.
Antes de reanudar el encuentro, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, anunció a la prensa que “vamos a proponer que este año la propuesta salarial sea ajustable por inflación de manera períodica, a un ritmo de ajuste mensual en los primeros tres meses del año y de allí de adelante, con una cláusula de ajuste en junio, septiembre y diciembre”.
Frente a la propuesta, el Frente de Unidad Docente -formado por el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA); la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB); la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET); el Sindicato de Docentes de la Enseñanza Privada (SADOP) y la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (UDOCBA)- anunció que rechazó que no esté incluido en la propuesta el ajuste por la pérdida salarial de 2018.
El año pasado, la gobernadora María Eugenia Vidal firmó de manera unilateral un decreto para otorgar un aumento -eludiendo el acuerdo con los docentes- que otorgó un aumento del 32 por ciento, más un bono de siete mil pesos. Paralelamente, la inflación anual redondeó el 47,6 por ciento. La diferencia entre ambos índices, que totaliza el 15 por ciento, quieren los docentes que se agregue a la actual paritaria.
Este jueves, la reunión comenzó a las 18:30, con una hora de retraso y luego fue suspendida porque las autoridades se negaron a permitir que los docentes de UDOCBA, encabezados por su secretario general, Miguel Díaz, filmaran y transmitieran por las redes sociales un video que mostraba el curso de las negociaciones. Cuando los funcionarios se dieron cuenta de lo que estaban haciendo los sindicalistas, suspendieron el encuentro, desatando así un cruce de acusaciones y cuestionamientos que desataron la tensión contenida.
Argentina: Docentes en pie de huelga
Hasta estos días, sólo en dos provincias -Misiones y Mendoza-, cerraron sus partitaria, ambas en un 23 por ciento, aunque en el caso de la segunda se incluyó una cláusula de actualización por costo de vida.
En Neuquén y en Chubut, que en 2018 exhibieron un fuerte nivel de conflictividad, las negociaciones ya comenzaron, aunque aún no hubo resultados.
En las provincias de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Santa Cruz y Tierra del Fuego aún no hubo convocatoria de las autoridades.
En la Ciudad de Buenos Aires ya existió un encuentro en el que se discutieron cuestiones técnicas y recién la semana próxima -el miércoles, para ser precisos- habría una propuesta numérica.
De todos modos, el 28 de febrero la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) convocó a un congreso nacional, en el que se anunciaría un paro nacional de 48 horas, que se realizaría el seis y siete de marzo, con una movilización el ocho por el Día Internacional de la Mujer.